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ciencia

El centro Kennedy se ha quedado sin cohetes que lanzar al espacio

Los nuevos vehículos que prepara la NASA no despegarán, al menos, hasta 2017

Preparación del cohete Ares I, posteriormente cancelado, en 2009.
Preparación del cohete Ares I, posteriormente cancelado, en 2009.nasa

El Centro Espacial Kennedy, la base en Florida (EE UU) desde la que han partido las grandes misiones tripuladas de la NASA, cumple este año su 50º aniversario en tiempos de vacas flacas, de baja actividad. De sus dos plataformas de lanzamiento, en un territorio plano de marisma, idóneo para enviar naves y satélites por su situación en el sur de EE UU y por el inmenso océano Atlántico hacia el Este, partieron los astronautas que fueron a la Luna y todos los transbordadores durante tres décadas. Ahora no se utilizan y están a la espera de que las necesiten los nuevos cohetes que planea la NASA, para dentro de cinco o seis años, como pronto.

La semana pasada partió desde Florida un cohete Falcon-9 con la nueva nave automática de carga Dragón, de la empresa SpaceX, pero lo hizo desde la vecina base de las Fuerzas Aéreas en cabo Cañaveral, desde donde se lanzan habitualmente los cohetes Atlas y Delta de las misiones de exploración no tripuladas, además de los artefactos militares, satélites de comunicaciones y observatorios científicos. El Centro Espacial Kennedy (KSC, en sus siglas en inglés) ha perdido mucha actividad desde que aterrizó allí, hace casi un año, el Atlantis en la última misión de esas naves espaciales, ahora ya convertidas en piezas de museo.

La base tiene un popular centro de visitantes y un museo del Saturno V

“Mientras estamos en la transición desde el programa del transbordador hacia futuras empresas, la fuerza de trabajo del Kennedy sigue dedicada a los valores esenciales de la NASA: la seguridad, la integridad, el trabajo en equipo y la excelencia”, dice su director, Robert Cabana. “Continuaremos dando apoyo a las operaciones de la Estación Espacial Internacional en la entrada del laboratorio [...] y estamos trabajando junto con los socios comerciales para hacer que sean una realidad las futuras misiones”, continúa el mensaje electrónico de este exastronauta.

Con el final de los transbordadores se han perdido casi 9.000 empleos (de un total de unos 17.000 en la época de máxima actividad) en el KSC, incluyendo el personal de la NASA y el de las empresas espaciales en las que estaba externalizado gran parte de los trabajos de aquel programa. Para muchos, la situación actual recuerda a la que vivió el KSC entre el final del programa Apolo (1972) y arrancaron los transbordadores. Todas las misiones de estas naves (135 en total entre 1981 y 2011) partieron de las dos plataformas de lanzamiento del KSC y la mayoría de ellas aterrizaron en su pista de 4,6 kilómetros de longitud.

50 años de gloria

  • El actual Centro Espacial Kennedy (KSC) se creó en julio de 1962. Al principio se utilizaron las instalaciones de la vecina base espacial de la Fuerza Aérea.
  • Las plataformas LC-39 (complejo de lanzamiento) A y B del KSC se completaron en 1966.
  • Entre 1967 y 1973 se lanzaron 13 cohetes Saturno V, incluido el del Apollo 11 (1969) que llevó a los primeros hombres a la Luna.
  • Hasta 1975 partieron desde allí las misiones tripuladas Skylab y Apolo-Soyuz.
  • El primer transbordador espacial, el Columbia, se lanzó en 1981 y el último, el Atlántis, en julio de 2011. En total, estas naves han realizado 135 misiones.
  • En 2009 se ensayó el cohete Ares I del programa Constellation; luego se canceló.

En las instalaciones ahora se sigue trabajando, pero mucho menos que hace unos años. Se ultiman los preparativos para las misiones que parten desde la base vecina de Cabo Cañaveral, se hacen operaciones de logística de la ISS y continúan las de seguimiento de vehículos espaciales. Pero los astronautas de la NASA tienen su sede en Houston (Tejas) y viajan al espacio desde Baikonur (Kazajistán), en las naves rusas Soyuz. Los gigantescos edificios de preparación de cohetes y naves en el KSC, parte de ellos levantados para el programa Apolo y aprovechados para los transbordadores, han quedado en desuso.

Un popular centro de visitantes en el KSC y un hangar que alberga, como museo, uno de los últimos cohetes Saturno V que no llegó a partir, siguen abiertos en el KSC.

Hace un par de años todavía se confiaba en poder evitar esta travesía del desierto para la base de la NASA en Florida, con el programa Constellation, que iba a desarrollar dos nuevos cohetes: el Ares I y el gran Ares V. Del primero incluso se llegó a realizar un ensayo con éxito en el KSC, reformando para ello una de las dos plataformas de lanzamiento, la 39B. Pero el Constellation se canceló y la NASA opta ahora por los vehículos privados para la explotación de la ISS, mientras diseña un nuevo y ambicioso Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS, en inglés).

El plan es desarrollar un cohete pesado, aprovechando partes de las tecnologías de los transbordadores y con varias configuraciones posibles, para lanzar desde 70 a 130 toneladas de carga. Estos cohetes deberán llevar al espacio vehículos de astronautas, módulos y equipos para misiones más allá de la órbita terrestre, es decir, a la Luna, a un asteroide y, tal vez, a Marte.

La NASA trabaja en el SLS con el horizonte temporal de finales de 2017 para el primer lanzamiento de ensayos del nuevo cohete y 2019 para la primera misión tripulada. Aunque se cumplieran los plazos, el KSC tiene una larga espera antes de que llegue a sus instalaciones la efervescencia del ambicioso programa.

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