La sanidad alemana ahorra 150 millones gracias a las leyes antitabaco
El número de infartos ha caído un 8,6% desde que se introdujeron las normas en 2007 y 2008 Los tratamientos por angina de pecho se han reducido un 13,3% en el mismo periodo
El número de infartos ha caído un 8,6% en Alemania desde que se introdujeron las leyes antitabaco de 2007 y 2008. Un estudio presentado este martes en Berlín por la mutua de salud DAK revela, además, que los tratamientos por angina de pecho han caído un 13,3% en el mismo periodo. La revista especializada Clinical Research in Cardiology recoge en su último número el resultado del informe, producto de la evaluación de 3,7 millones de expedientes sanitarios alemanes. Según los directores de la investigación, se trata del “estudio más ambicioso” realizado en el mundo sobre los efectos de la prohibición de fumar sobre la salud cardiaca. Estiman que en Alemania se han evitado 35.000 enfermedades cardiovasculares.
Un efecto destacable de esta mejoría es el ahorro en sanidad: en total, los tratamientos evitados habrían costado unos 150 millones de euros. Los costos por ingresos hospitalarios derivados de infartos agudos de miocardio se redujeron en un 20%. También se han rebajado, en un 10%, los gastos en tratamientos de angina de pecho. Solo en la aseguradora DAK se han ahorrado 1.880 tratamientos y más de 7,5 millones de euros al año desde que entraron en vigor las restricciones.
Es el estudio más ambicioso del mundo sobre los efectos de la prohibición de fumar en la salud cardiaca
El estudio se ha centrado en asegurados alemanes mayores de 30 años. Más del 60% de los 3,7 millones de expedientes examinados pertenecen a mujeres. La media de edad es de 56 años. Los investigadores observaron los cambios en el número de afecciones cardiacas entre enero de 2004 y diciembre de 2008. Mientras el número de tratamientos se mantuvo constante en los primeros cuatro años, la introducción de las prohibiciones de fumar en restaurantes coincidió con una caída abrupta en la cantidad de afectados. Reiner Hanewinkel, uno de los autores de estudio, aprovechó la rueda de prensa para pedir que se prohíba definitivamente fumar en todos los recintos públicos cerrados. Dicha medida redundaría, según calcula, en una caída del 17% en el número de infartos.
En Alemania, las restricciones de fumar en lugares públicos son cosa de los Estados federados. Baviera tiene la ley más estricta: desde que los ciudadanos lo decidieron así en 2010, no se puede fumar en ningún establecimiento hostelero del land sureño. El resto de los 16 Estados federados aprobaron leyes más o menos tolerantes con el humo, que incluyen excepciones para bares pequeños en los que no se sirva comida caliente. En algunos Estados se permite fumar en dependencias separadas o en discotecas.
La mutua DAK acompañó la presentación de estudio con una encuesta, según la cual el 82% de los alemanes apoya las restricciones al humo. El 68% de los fumadores también prefiere la restricción. El 23% de los encuestados dice que sale más a cafés y a bares desde que está prohibido fumar en ellos.
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