RTVE teme “efectos devastadores” en la audiencia por los recortes

El recorte de 200 millones de euros tendrá “efectos devastadores” en la audiencia. De materializarse, TVE perdería el liderazgo y la cuota de pantalla bajaría al 8% porque no se podrían comprar producciones como Cuéntame, Águila roja o Amar en tiempos revueltos. Ese es el vaticinio que los consejeros de RTVE han transmitido a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, durante un encuentro en el que han detallado las consecuencias que acarreará el tijeretazo en el presupuesto de RTVE.

Según los planes del Gobierno, este año la Corporación no podrá gastar los 1.200 millones de euros que tenía previsto, sino 1.000. Con esta poda del 17%, el Consejo afirma que no se podrían cumplir las obligaciones de servicio público: los contenidos que las privadas no emiten porque no son rentables. “El margen de maniobra, más allá de los gastos obligatorios, sería limitadísimo. No se podrían comprar contenidos y la parrilla se llenaría de repeticiones”, afirman fuentes del Consejo.

La vicepresidenta se ha mantenido firme a la hora de justificar los recortes. Ha Apelado a que la situación económica del país es muy difícil y a que hay que cumplir los compromisos presupuestarios. Eso sí, se ha comprometido a estudiar la documentación que le han entregado los consejeros. Todos ellos han hicieron hecho incapié en el gasto extraordinario que supondrá la cobertura este verano de los Juegos Olímpicos de Londres, unos 90 millones de euros entre la compra de derechos para televisión e Internet, los costes de producción, desplazamientos y las aportaciones al proyecto ADO.

Teniendo en cuenta estos gastos extra, el Consejo ha propuesto al Gobierno que la rebaja para ese año no supere los 80 millones. “Es la cantidad que podríamos asumir para que el modelo no se viera afectado de manera irreversible. Para 2013, ya sin unos Juegos, podríamos alcanzar un recorte de 200 millones”, explican las mismas fuentes. Para ahorrar esos 80 millones se contempla un ajuste en los gastos corrientes, además de una reducción del equipo directivo y una rebaja en los sueldos de las estrellas de la cadena. Además, los consejeros han pedido que la televisón pública quede exenta de pagar el IVA.

Sáenz de Santamaría se ha mostrado contraria a la vuelta de la publicidad a TVE (de manera moderada: tres minutos por hora y nunca interrumpiendo programas), ya que el estado del mercado publicitario va a la baja y está causando el cierre de medios de comunicación.