La policía conduce al asesino confeso de Marta a su casa para reconstruir los hechos
El ex novio de la menor sevillana fue ayudado por su hermano y dos amigos a deshacerse del cuerpo, según la investigación
El autor confeso de la muerte de la joven sevillana Marta del Castillo, Miguel Carcaño, ha sido conducido hoy por la policía a su domicilio para realizar una reconstrucción de los hechos. Tres furgones policiales se han desplazado a la vivienda, situada en la calle León XIII de Sevilla, para "realizar gestiones necesarias dentro de las diligencias de la investigación", según fuentes del Cuerpo Nacional de Policía. Junto a Miguel también ha sido trasladado al piso su hermanastro Francisco Javier, que presuntamente estaba con él en la vivienda en el momento de producirse los hechos.
Miguel y su hermanastro han estado durante cuatro horas en el interior del domicilio, del que los policías han sacado varias bolsas con posibles pruebas.
Testigos presenciales han relatado que Miguel, de 20 años, cubierto con la capucha de una sudadera, ha sido increpado por varias decenas de personas, frenadas por un fuerte cordón policial, a su llegada al piso.
Hasta el momento son cuatro los implicados: el asesino confeso Miguel Carcaño, ex novio de la chica; sus dos amigos Samuel Benítez y Javier G., de 15 años, y Francisco Javier, hermano de Miguel. Miguel y Samuel se encuentran en prisión provisional comunicada y sin fianza desde ayer. El menor de 15 años está en un centro de internamiento por encubrimiento. El hermanastro de Miguel pasará mañana a disposición judicial.
Según informan J. Martín-Arroyo y R. Rincón, Miguel discutió con Marta la tarde del pasado sábado 24 de enero, día de su desaparición, hasta que, según su confesión, la golpeó violentamente con un cenicero. A continuación, el joven llamó a su amigo Samuel y a Javier, al que pidió que acudiera con el coche de su madre hasta su piso porque "tenía un problema". Presuntamente Javier acudió al volante con el amigo común Samuel hasta el domicilio de Miguel. Cuando ambos llegaron, se encontraron con Miguel y su hermano Francisco Javier frente al cuerpo de Marta enrollado en una manta. Los tres jóvenes bajaron el cuerpo hasta el coche, mientras que Francisco Javier, de unos 40 años, supuestamente permaneció en el piso limpiando las pruebas del crimen. Al bajar metieron el cuerpo en el coche, manejado por Javier y con Samuel de copiloto. Miguel les siguió de cerca en su moto y los tres condujeron hasta el río Guadalquivir durante unos cinco minutos. Se detuvieron en el puente de la zona del Charco de la Pava, y allí Miguel y Samuel arrojaron el cuerpo al río, según creen los investigadores.
Se desconoce si Marta falleció en el piso de Miguel o si la arrojaron viva al río. De ello depende que los jóvenes sean acusados de asesinato u homicidio, incógnita que despejará el cadáver si aparece.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, ha asegurado hoy que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado implicados en la búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo en aproximadamente 80 kilómetros del cauce del Guadalquivir están "redoblando esfuerzos", aunque ha admitido que "queda mucho trabajo por hacer" porque "no hay un límite preestablecido" sobre el dispositivo de búsqueda.
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