"El acceso a la salud reproductiva es un derecho sin fronteras"
"Las mujeres jóvenes, pobres e indocumentadas corren un grave riesgo de violación de sus derechos humanos cuando emigran, porque sus problemas se incrementan exponencialmente al perder su red familiar de apoyo", denuncia Marcela Suazo (Tegucigalpa, Honduras), directora regional para América Latina y Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, en sus siglas en inglés). "En este sentido los Gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil deben facilitar la red que les permita el acceso a la información y a los servicios", añade la funcionaria internacional en entrevista telefónica con EL PAÍS.
En América Latina y Caribe la población emigrante ha crecido de forma sostenida desde los años noventa. Se calcula que en el año 2010 unos 30 millones de personas - el 5% de la población de esta región - se vieron obligados a emigrar. "Los procesos de migración van a continuar y es importante analizar la dinámica. Hace varias décadas, los emigrantes eran hombres; sin embargo, la tendencia ha ido cambiando. Ahora el 75% de la población que emigra es joven y mujer en edad reproductiva" afirma Suazo.
El mayor número de emigrantes en Latinoamérica y Caribe procede de México, Colombia, Brasil, El Salvador, Cuba, Ecuador, Perú, República Dominicana, Haití y Jamaica. En los países de acogida, las poblaciones móviles, especialmente las mujeres, experimentan riesgos en los que su condición de género y migratoria, en muchos casos en situación ilegal, les confiere una situación de mayor vulnerabilidad.
El acceso a la salud sexual y reproductiva, la prevención del sida y la violencia sexual en mujeres emigrantes en esta región del planeta es el objetivo de la reunión organizada por UNFPA hoy en El Salvador. Según su directora regional hay un compromiso de Naciones Unidas con la salud reproductiva de las mujeres, especialmente centrada en las mujeres jóvenes: "Proporcionamos a los Gobiernos la información necesaria para impulsar políticas públicas de apoyo a estas mujeres emigrantes que se encuentran en las fronteras. Los riesgos se incrementan cuando se vive en la ilegalidad. No ser legal equivale a estar desprotegida", afirma Suazo. "Nuestro trabajo fundamental es asegurar que los servicios de salud funcionen en las fronteras".
Atender situaciones como la de las inmigrantes bolivianas en Argentina, donde el 35,8% de las mujeres entre 15 y 19 años ya han sido madres; casos de violencia de género entre las inmigrantes colombianas en la frontera de Ecuador, donde los niveles extremos de pobreza y de analfabetismo alimentan este problema; o de Costa Rica, donde las inmigrantes nicaragüenses, en muchos casos, ante el temor de ser deportadas, apenas hacen uso de los servicios de salud o caen en redes de tráfico de personas; o el de República Dominicana, donde según una investigación realizada en 2007, ninguna de las mujeres haitianas entrevistadas sabía en qué consistía la prueba del Papanicolau. Entre ellas existe una alta incedencia del VIH.
"El derecho a la salud reproductiva es un derecho sin fronteras, y ese es el objetivo de nuestra iniciativa: asegurar que los servicios de salud se acerquen a las fronteras", continúa Suazo. Para atender esta situación, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, con el auspicio de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), apoya desde 2008 a los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil de 11 países de Latinoamérica y el Caribe para la promoción, protección y cumplimiento de los derechos reproductivos y el derecho a la salud de las mujeres emigrantes.
En el encuentro que se celebra hoy en El Salvador se presentarán los principales resultados y avances, "como el trabajo del Instituto de Salud Pública de México en la frontera de Guatemala" y se compartirán las lecciones aprendidas. "Durante nuestra reunión se aprobará una Declaración de Compromiso para avanzar en estas cuestiones, que es el fruto del trabajo de cuatro años y de los seis millones de dólares invertidos en este proyecto", concluye.
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