Rusia lanza una sonda espacial con destino Marte
El plan es que la 'Fobos Grunt' llegue al planeta rojo el próximo otoño y que un módulo descienda hasta la luna Fobos para tomar muestras y enviarlas de regreso a la Tierra
La agencia espacial rusa Roscosmos ha lanzado la sonda automática Phobos-Grunt con destino a Marte. La partida, según informa France Press, se ha producido hoy a las 21.16 (hora peninsular) en un cohete Zenit desde la base de Baikonur (en Kazajstán). El inicio de esta misión, que se planeó para ser lanzada hace dos años, se efectúa ahora con una discreción informativa radicalmente diferente de la estrategia de amplia información que siguen la NASA o la Agencia Europea del Espacio (ESA) respecto a sus misiones. El hecho de que Rusia fallara sus tres últimas misiones a Marte (Phobos 1, Phobos 2, y Mars 96, en 1988 las dos primeras, y en 1996, la tercera) ha podido influir en esta prudencia a la hora de anunciar el nuevo intento. Pero si la Phobos-Grunt tiene éxito y cumple todos sus objetivos marcará un hito en la exploración del planeta rojo, ya que pretende enviar un pequeño módulo a la luna Fobos de Marte para tomar una muestra allí y traerla de regreso a la Tierra en 2014.
Tras el despegue, se ha producido la separación de la sonda, que se quedará en órbita terrestre hasta el próximo miércoles, cuando emprenderá el viaje hacia Marte. "Entendemos que [este lanzamiento] es un riego, pero entendemo que si no lo hacemos este año, ya no tendrá ningún interés en 2013 [la próxima oportunidad de viaje a Marte por su posición relativa a la Tierra]", ha declarado el director de Roscosmos, Vladimir Popovkine a la agencia Interfax.
El plan de la misión, concebida hace más de una década, es que la Phobos-Grunt, con un coste de unos 120 millones de euros y casi 11.000 kilos de peso en el lanzamiento (poco más de 2.000 si no se cuenta el combustible), se ponga en órbita de Marte el año que viene y, desde allí, realice observaciones tanto del planeta como de Fobos, tomando datos necesarios para intentar unos meses después el descenso del módulo a la superficie de esa pequeña luna de unos 27 kilómetros de largo. Ese módulo debe luego despegar con una muestra de unos 200 gramos que llegaría a la Tierra aproximadamente un año después. Los científicos quieren determinar el origen de ese satélite natural de Marte, uno de los dos que tiene el planeta vecino a su alrededor.
Además, la sonda rusa lleva un microsatélite chino, el Yinghou-1, de unos 110 kilos, que debe separarse y ponerse en órbita de Marte para tomar datos científicos durante un año. Asimismo hacen aportaciones a la misión la agencia espacial francesa CNES y Finlandia. En la Phobos-Grunt va un experimento que consiste en una cápsula llena de microorganismos, preparada por la Sociedad Planetaria (EE UU) investigar cómo sobreviven esos organismos vivos en un largo viaje espacial, según informa Space.com.
"Este es realmente un proyecto muy difícil, si no el proyecto interplanetario más difícil realizado hasta la fecha", ha declarado el científico principal de la misión, Alexander Zakharov a Reuters. La sonda lleva cámaras, diferentes espectrómetros e instrumentos meteorológicos.
El viaje hasta Marte y la puesta en órbita allí, es sólo el principio de las complicadas maniobras de la misión. Luego, el descenso de la pequeña sonda en la superficie de Fobos, sin apenas gravedad en ese cuerpo, se realizar con pequeños propulsores, y los especialistas esperan que encuentre un terreno plano, sin rocas y blando, donde los dos brazos mecánicos puedan tomar la muestra de polvo. A continuación tendrá que elevarse y emprender el regreso a la Tierra. La entrada de la cápsula cónica en la atmósfera se seguirá mediante radar. "La misión es muy difícil precisamente porque tiene muchas fases y cada una depende del éxito de la precedente", ha declarado Zakharov a Reuters.
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