Tenso desahucio en Leganés
Una mujer es desalojada de su vivienda en medio de fuertes medidas de seguridad.
La concentración de un centenar de personas frente a un bloque de viviendas del Ivima no ha conseguido esta vez paralizar el desahucio de una familia de Leganés. Concepción Gil, de 41 años, y sus hijos de 18 y 16, han tenido que dejar su casa pocos minutos después del mediodía. La comisión judicial ha llegado a las 11.40 y a las 11.55 los hijos de la familia salían a la calle llorando. Han tenido que abandonar su casa de la avenida María Moliner, 36 con lo puesto. Los concentrados les chillaban "no estáis solos" en muestra de apoyo mientras el numeroso despliegue policial mantenían el cordón policial alrededor de toda la manzana del edificio.
La madre de los jóvenes no ha salido del bloque porque se encontraba sedada. Por la mañana ha sufrido un ataque de ansiedad y taquicardia que ella ha definido como "brincos" en el corazón, según el informe del Summa 112 que ha tenido que atender a la mujer.
Tras el desahucio, se ha quedado en casa de la vecina con algo de ropa mientras sus hijos buscaban solución a la situación con los miembros de la Plataforma de afectados por la Hipoteca y la Federación de asociaciones de vecinos de Leganés que han acudido en protesta por el desalojo. Como primera opción, el hijo menor, de nombre Adrián, pensaba en ir a dormir a casa de sus abuelos en Orcasitas. La familia llevaba 12 años en la misma casa del Ivima y, según los vecinos, no paga el alquiler de 34 euros al mes desde hace 10.
Acumula una deuda de 20.000 euros derivada del impago del alquiler desde 2000 a 2007, según confirma el abogado de la PAH que ha tratado de asistir a la familia. En 2007, trataron de saldar la deuda pero el Ivima no lo aceptó porque, explica el letrado Juan Moreno, sería como reiniciar todo el proceso de desahucio.
La protesta estaba convocada para las ocho de la mañana o antes. La idea era que los concentrados acampasen por la noche para tratar de impedir el desalojo. Menos de una decena de personas pasaron la noche en el portal pero se marcharon a primera hora ante el requerimiento policial. La presencia de agentes ha sido muy numerosa y no se ha tolerado ningún tipo de increpación o "insulto" como los cánticos de los concentrados "ser policía, vergüenza me daría". Los agentes han pedido la identificación a todo el que pronunciaba comentarios de este tipo o levantaba la voz más de la cuenta. Ayer, dos mujeres fueron detenidas en otro desahucio en Leganés por "desobediencia a la autoridad".
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