El PP denuncia a tres asociaciones por la venta de las camisetas verdes
Aguirre insiste en que la huelga en Educación es "política" y que ha habido "cero recortes y cero despidos"
El presidente del Comité Jurídico del PP en Madrid, Salvador Victoria, ha presentado esta mañana en la Agencia Tributaria la denuncia de su partido por un presunto fraude tributario contra tres de las asociaciones que venden las camisetas verdes que se han convertido en el símbolo de las protestas por los recortes de educación en la Comunidad de Madrid. Las denunciadas son la Plataforma por la Escuela Pública de Vallecas, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres (FAPA) Giner de los Ríos y la asociación de vecinos de Palomeras Bajas, donde participan "candidatas de IU en la lista de la coalición para el Ayuntamiento de Madrid en las pasadas elecciones municipales", según señaló el PP regional la semana pasada cuando anunció su intención de acudir a los tribunales por este asunto.
Estas tres asociaciones "comercializan" desde el verano "al por mayor y en monopolio" la distribución y venta de las camisetas verdes, según el resumen de la denuncia de apenas un folio que ha facilitado el PP a los medios de comunicación a las puertas de la Agencia Tributaria. Las camisetas, símbolo de la movilización contra los recortes educativos, se venden a cinco euros y el coste de producción es de tres, según la estimación del PP. Esta "actividad lucrativa" ha reportado a las denunciadas "importantes beneficios económicos" a las entidades con una venta semanal de 1.700 camisetas, prosigue el PP.
"Las ventas no se limitan a los socios, sino que son adquiridas por cualquier persona", indica el resumen de la denuncia. Victoria ha argumentado esta razón para diferenciar una venta "sin tique ni factura" de la que pueda producirse, por ejemplo, en una peña de socios en la que además no se da "un volumen de facturación muy importante" como en este caso. Según los cálculos del PP la facturación "mínima" asciende a 51.000 euros. Los populares piden "la apertura de un expediente sancionador" a la Agencia Tributaria contra estas asociaciones por no pagar IVA ni Impuesto de Sociedades. Y reclaman "en su caso" la "sanción accesoria de pérdida de la posibilidad de obtener ayudas y subvenciones públicas" para las tres denunciadas y "la remisión a los tribunales de Justicia".
El presidente del Comité Jurídico del PP, que también es consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, ha explicado que el texto registrado incluye pruebas "sobre quiénes son las personas denunciadas" y otras relativas a peticiones que les están haciendo entidades de "un volumen" importante de camisetas. Y ha aprovechado para hacer "un llamamiento" a los profesores para "que no dejen manipular por unas entidades interés político, electoral y en este caso comercial" y no secunden las protestas.
El PP anunció la presentación de esta denuncia la semana pasada después de que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, acusara a las asociaciones en el pleno de la Asamblea de hacer un "negociazo" con la venta de camisetas. Tanto las aludidas como sindicatos y oposición tildaron de "cortina de humo" esta actuación para "intentar evitar"hablar de los recortes."No hay base para una defraudación ni delito" en la propuesta de los populares, señaló entonces una portavoz de Gestha, el sindicato mayoritario de técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda. Las asociaciones no tienen que pagar el Impuesto de Sociedades porque "su finalidad no es la venta de camisetas" ni están obligados a deducirse el IVA, según Gestha, "porque no se consideran ni empresarios ni profesionales".
La presidenta ha seguido insistiendo esta mañana en que la huelga de profesores en Madrid es "política" por mucho que los sindicatos hayan convocado las nuevas jornadas de paros después de las elecciones generales para demostrar lo contrario, informa J. Sérvulo González. A su juicio, es política porque "solo hay que ver" los apoyos con los que cuenta: "IU, PSOE, los sindicatos, lo indignados y la FAPA". Los cinco sindicatos con más peso de la educación pública en Madrid (por orden de representatividad, CC OO, ANPE, CSIF, UGT y STEM) acordaron ayer dos nuevos paros los próximos 3 y 23 de noviembre, antes y después de la campaña electoral y los comicios del 20-N para "no influir" en el proceso, según indicaron ayer.
Aguirre ha indicado que los paros "se convocan por unas instrucciones legales de principio de curso cuando el TSJM ha inadmitido la denuncia de los sindicatos por esto", en referencia a un fallo conocido ayer sobre las instrucciones del año pasado. Según CC OO, que presentó la demanda y que estudia recurrir la sentencia, el tribunal "no entra en el fondo del asunto".
La presidenta también ha sido preguntada por las quejas de varios padres, que han denunciado en la Consejería de Educación que faltan profesores en algunas clases, a lo que ha respondido que el servicio público de educación está "muy bien organizado", que lleva "muchos años", y que si falta un profesor, el director se lo dirá a los inspectores y se cubrirá la suplencia, "como se ha hecho siempre". La Comunidad, que tilda los paros de "irracionales", reitera que no convocará la mesa sectorial de educación (en la que debaten la Consejería y las centrales sindicales) ni retirará las instrucciones. "Estas convocatorias irracionales de los sindicatos no conducen a nada", dijo ayer Figar en una declaración grabada facilitada a Efe por su gabinete. "Solo a seguir perjudicando a los alumnos de la escuela pública, que están perdiendo ya demasiadas horas de clase".
Breve historia de un símbolo
Las camisetas de la marea verde son más antiguas que la protesta actual. Las primeras se repartieron en Vallecas hace cinco años. "Hicimos jornadas reivindicativas coincidiendo con las anteriores elecciones regionales", explica Federico Martínez, miembro de la Plataforma por la Escuela Pública de Vallecas. Se les ocurrió sumar la vestimenta y el color a las pancartas y los lemas.
La camiseta siguió presente, por ejemplo, en la protesta del colegio Palomeras Bajas (un centro público del distrito de Puente de Vallecas) que reclamaba en 2009 la construcción de un gimnasio que les habían prometido seis años antes en una explanada situada frente al centro educativo.
La prenda se popularizó el pasado mayo, cuando una docente acudió con ella puesta a un colegio concertado durante la celebración de las pruebas de Conocimiento y Destrezas Indispensables (CDI) con las que la Consejería de Educación examina a sus estudiantes. Fue expedientada. En una de las primera asambleas para hablar de las instrucciones de inicio de curso celebrada en junio, se pidió que los docentes las llevaran el primer día de clase para protestar. Su éxito ha cruzado fronteras. Ya es lema también fuera de Madrid.
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