Manifestación frente al obispado en apoyo del cura de Fuenlabrada
Los fieles entregan 3.000 firmas y piden que se les reciba.- La Iglesia dice que es poco probable que se restituya en su puesto al sacerdote, 'acusado' de homosexual
Los feligreses de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en la localidad madrileña de Fuenlabrada, están cada vez más organizados. Un centenar de ellos ha llegado esta mañana a la sede del Obispado de Getafe (la diócesis a la que pertenece la parroquia) en dos autobuses alquilados, que una fiel ha pagado de su propio bolsillo. Habían pedido autorización a la Delegación del Gobierno para la concentración, han entregado 3.050 firmas y una solicitud para reunirse con el obispo, y ya tienen portavoz oficial. Todo sea por lograr la restitución de su párroco, el sacerdote Andrés García Torres, destituido por una supuesta relación homosexual con su seminarista, al que apoyan sin condiciones.
"Lo hacemos porque creemos que ha sido tratado con una completa falta de caridad y justicia, y porque el Obispado de Getafe ha llevado a cabo acciones que presuntamente podrían ser constitutivas de delito en el fuero civil", asegura el comunicado que han leído a las puertas de la sede. "Justicia para don Andrés. No más mentiras", "La parroquia de Nuestra Señora de Fátima con el padre Andrés", decían sus pancartas. Los fieles han registrado en el obispado las 3.050 firmas y han solicitado un encuentro con el obispo. Su objetivo era transmitirle "el sentir de la inmensa mayoría de los feligreses de la parroquia, que hasta este momento no han sido escuchados", dice el escrito con el que han pedido la reunión. Además de que García Torres vuelva a su puesto, quieren que se restituya públicamente su honor.
La parroquia, cerrada
A pesar de sus esfuerzos, fuentes del obispado han asegurado a este diario que todo indica que el cura no será restituido en su puesto, dada la "gravedad de su caso". La Iglesia asegura que se le destituyó por "razones pastorales", pero el párroco afirma que ha sido por haber mantenido una relación homosexual con su seminarista, algo que ambos niegan. El obispado le obligó a someterse a un "peritaje psiquiátrico" y le envió a un terapeuta que le prescribió la prueba del VIH.
El sacerdote ha sido apartado de su parroquia pero de momento sigue manteniendo la condición de cura, y está a la espera de conocer la respuesta al recurso que presentó. El pasado sábado entregó las llaves de la parroquia, después de haberse negado antes a hacerlo. Según su hermana, Aída García Torres, lo hizo "para que la familia no siguiera sufriendo". Este verano se marcha de vacaciones a un monasterio de Estados Unidos con sus padres.
La parroquia de García Torres seguirá cerrada y no se nombrará a su nuevo titular hasta el próximo mes de septiembre, según las mismas fuentes. Los bautizos, comuniones y bodas que estaban programadas para este verano han sido derivados a otras parroquias.
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