Lo individual sí vale
El movimiento 10:10, que nació en el Reino Unido en 2009 con el objetivo de reducir un 10% las emisiones de CO2 con acciones personales, se extiende por el resto del mundo
El 10/10/10 se presentó en España la filial del movimiento 10:10,una campaña nacida a finales de 2009 en Reino Unido para embarcar a los británicos en un reto común: reducir un 10% sus emisiones de CO2 a lo largo de 2010. ¿Cómo? Pues, dependiendo de cada cual, cogiendo menos el coche, apagando luces, evitando el avión, en definitiva, moderando el consumo. Antes de terminar el año, la invitación, que había partido de Franny Armstrong (directora del documental sobre el cambio climático La Edad de la Estupidez), no sólo arrasaba entre los ingleses sino que se extendía por medio mundo. Y con vocación de continuidad, pese a la temporalidad que evoca su logo.
La campaña española empezó a gestarse en junio del año pasado, impulsada por las organizaciones medioambientales eco-unióny 350BarcelO2na. Hasta la fecha se han apuntado 650 personas y unas 50 empresas, pequeñas o medianas en su inmensa mayoría. Ahora falta embarcar a las multinacionales, como ya ha ocurrido en Francia, donde 10:10 cuenta con la adhesión de L'Oreal, Accor, la Federación Francesa de Tenis, el Club de Fútbol Saint-Etienne, el Ministerio de Educación o los alcaldes de Lille, Paris, Le Mans, y Mouans-Sartoux.
A España llegó en octubre del año pasado y de momento se han apuntado 650 personas y unas 50 empresas.
Los objetivos pos 2010, con algunos matices, siguen siendo los mismos: las compañías, instituciones, particulares que se unen se comprometen a reducir sus emisiones entre un 3% y un 10%. Es el arranque y el tramo más sencillo de abordar, según reconoce Christian Weber, coordinador de la oficina en España, tan voluntario como el resto de su pequeño equipo. "La idea es que, a partir de aquí, es que la gente reflexione sobre su consumo, el sistema en el que vivimos, y tomen conciencia", declara. Y que se impliquen para seguir bajando, lo que requiere un mayor esfuerzo.
Quizás para animar a dar este primer paso, y todos los que han de venir después, el movimiento está lleno de propuestas imaginativas. Empezando por las 150.000 chapas metálicas que en sus primeros meses de andadura, en el Reino Unido, puso a la venta con su logo. Nada de particular si no fuera porque el metal con el que estaban hechas procedía del fuselaje fundido de un jumbo, uno de los artefactos más contaminantes que han poblado el cielo. Los tags se vendieron rápidamente, convirtiéndose en iconos eco que aparecían lo mismo en la muñeca de la actriz Sienna Miller, que como tendencia de la temporada en una revista de moda.
El último invento, por ahora, se titula My1010, está a punto de lanzarse en Facebook, en inglés, y anima al usuario a meter en cintura una gota negra llamada blobman (hombre burbuja), que representa su huella de carbono, y que se hace más pequeña conforme va mejorando sus hábitos. Uno podrá comparar su burbuja con la de sus amigos, o con la de personajes famosos del tipo David Beckham. Weber dice que están buscando patrocinadores para hacer su versión española. Su equipo también está pensando en qué acciones realizará de cara al 10/10/11. No es una cifra tan redonda como su antecesora, pero significa futuro.
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