El SOS de las tiendas históricas
Los establecimientos emblemáticos temen echar el cierre con el fin de los contratos de renta antigua que impone la Ley de Arrendamiento Urbano
Las paredes de los establecimientos emblemáticos de Barcelona han soportado más de cien años de vivencias. Miles de personas han pasado por sus mostradores y han abarrotado los comercios. Pero ahora, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) los expone a "un riego inminente de desaparición", según Josep Maria Roig, tercera generación de la familia que regenta la pastelería la Colmena, porque "no defiende los intereses de las tiendas históricas". La ley extingue los contratos de renta antigua a partir del 31 de diciembre de 2014. Hasta entonces, la Generalitat ha recomendado a los comerciantes que renegocien el contrato de alquiler con los propietarios de los inmuebles, que marcaran el nuevo precio que crean oportuno de acuerdo al precio de mercado actual. Más de cuarenta tiendas de gran tradición en la ciudad, y afectados por la nueva normativa, integran la Asociación de Establecimientos Emblemáticos.
Dieciséis establecimientos ya han firmado un nuevo alquiler, que difiere mucho de la media de 600 euros de renta antigua que poseen estos comercios. Y es que el precio de mercado de los locales del centro de Barcelona ronda los 8.000 euros al mes. "No queremos molestar a los propietarios, pero obviamente queremos seguir adelante con nuestros negocios", recalca Jordi Subirà, responsable del establecimiento que sus antepasados fundaron en1761 basado en elaboración de velas bajo el nombre de cerería Subirà.
El objetivo de la nueva asociación es "fomentar un diálogo con los partidos políticos de Cataluña" para así encontrar "un equilibrio" que evite echar el cierre en dos años, informa Subirà. De hecho, la asociación ya ha avanzado que hay un borrador para solventar la situación y que mantienen contactos con el PPC, el PSC y CiU. Si acaban cerrando, desaparecerá "la cara amable" de Barcelona, augura la presidenta de la Asociación, Maya Ruiz Picasso,porque insiste estas tiendas "dan carácter a la ciudad". La mayoría de los locales emblemáticos se congregan en el casco antiguo y, para no acabar como las ocho tiendas que han cerrado en los últimos tres años, buscan la protección necesaria que salve su actividad para así no cerrar una página de la historia de Barcelona.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.