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Zapatero culmina su viraje nuclear y acepta prolongar las centrales

El PSOE pacta con PP, CiU y PNV eliminar la referencia a los 40 años de vida útil de las instalaciones - La de Garoña usará el cambio legal en su defensa

El Gobierno y el PSOE acaban de dar el penúltimo paso en su viraje nuclear. De forma lenta pero inexorable, el Ejecutivo ha pasado de anunciar un calendario de cierre de las nucleares a asumir de facto que funcionarán más allá de los 40 años, el plazo que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció como el máximo de vida para una nuclear. El cambio se culminó en una enmienda en el Senado a la Ley de Economía Sostenible a propuesta de CiU, según la cual las nucleares podrán funcionar mientras pidan prórrogas y las autorice el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

La vida de las centrales nucleares no está fijada en ninguna norma. La prueba es que la de Garoña, en Burgos, funcionará como mínimo hasta los 42 años. Pero cuando, en 2009, el Gobierno decidió que cerrara en 2013, Zapatero insistió en que las centrales debían tener un límite de 40 años y que debía establecerse por ley. Era una forma de blindar el cierre ante el recurso de las eléctricas ante la Audiencia Nacional. El PSOE, sin embargo, ha aceptado eliminar la referencia a los 40 años de vida útil que ellos mismos propusieron y ayer lo ratificó en el pleno. El portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, se empeñó en intentar explicar que no hay cambio en la posición del Gobierno: "La enmienda dice lo que dice y no dice ni una cosa ni otra".

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La Ley de Economía Sostenible estableció inicialmente que había que mantener el "calendario de operación de las centrales, considerando el plazo de 40 años para el que fueron diseñadas". No obstante, introdujo medidas para "los casos de renovación extraordinaria de las concesiones por encima del plazo de 40 años, derivadas del desarrollo de nuevas tecnologías y de la necesidad de garantizar el mantenimiento del suministro". Así, el plazo de 40 años quedaba escrito, aunque no suponía una barrera infranqueable.

El Senado ha eliminado esa cita y ha acordado un texto que apunta a la renovación de las centrales más allá de los 40 años, como adelantó La Vanguardia. La prórroga es algo que están haciendo gran parte de los países con nucleares, alguno de los cuales fija su vida en 60 años.

La enmienda pide "mantener el calendario de operación de las centrales del parque nuclear existente, considerando las solicitudes de renovación y potenciación que presenten los titulares de las centrales y que cumplan con los requisitos de seguridad nuclear y protección radiológica que establezca el órgano regulador, el CSN, y teniendo en cuenta el desarrollo de nuevas tecnologías, la seguridad del suministro eléctrico, los costes de generación eléctrica y las emisiones de gases de efecto invernadero".

El Ministerio de Industria siempre quiso prorrogar la vida de Garoña más allá de los 40 años -como avaló el CSN-, pero fue la orden de La Moncloa la que le llevó a cumplir el compromiso electoral del PSOE a medias y por eso fijó su cierre en 2013, cuando la central tendrá 42 años. En el diálogo con los sindicatos en el marco del pacto social, fuentes de Moncloa ya apuntaron que el Gobierno estaba dispuesto a revisar la decisión sobre Garoña, aunque posteriormente el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó que aquello había sido una "polémica disparatada". Cándido Méndez (UGT) llegó a decir que el Gobierno quería cambiar "pensiones por neutrones".

Finalmente, el acuerdo incluyó que en unos meses los agentes sociales y el Gobierno pactarían una cesta energética a largo plazo, lo que previsiblemente incluirá la existencia de un parque nuclear más allá de 2021, cuando las grandes centrales empiezan a cumplir 40 años. Zapatero ya anunció la semana pasada que el Gobierno sería flexible en el tema nuclear. Y la enmienda lo demuestra. Fuentes socialistas admiten que se han visto obligados a este giro para poder sacar adelante la Ley de Economía Sostenible en el Senado y aseguran que han buscado en la negociación el texto más ambiguo posible.

El PNV afirma que la enmienda no afecta a Garoña, pero CiU, el impulsor del texto, sostiene que la norma sí cambia la situación de la central burgalesa. Y Alonso aseguró que la decisión de Garoña ya está tomada.

Fuentes del sector dieron por seguro que la nuclear de Garoña (propiedad al 50% de Endesa e Iberdrola) utilizará el cambio legal en su demanda contra la orden de cierre. Las eléctricas, con el peritaje del actual secretario de Estado de Energía, Fabricio Hernández, reclaman que se derogue la orden de cierre o una indemnización de 1.500 millones de euros. Si ya tenían argumentos de que la orden de cierre había sido arbitraria, ahora tienen aún más. Industria pidió al CSN cuatro informes sobre las condiciones de Garoña en caso de que prorrogara la vida dos, cuatro, seis y 10 años. Casi el último día de plazo, Industria decidió que el plazo sería de cuatro años más.

El giro del Gobierno ha sembrado el malestar entre los grupos antinucleares. Los ecologistas se sintieron traicionados por Zapatero, que entre 2004 y 2009 les engatusó con promesas de cierre nuclear. "No solo no cumple su programa, sino que hace todo lo contrario", subrayó Carlos Bravo, de Greenpeace.

Los grupos minoritarios de la izquierda (ERC, BNG, IU e ICV) votaron en contra de la enmienda sobre la vida útil de las centrales.

Un activista de Greenpeace muestra una pancarta en el complejo de la central de Cofrentes
Un activista de Greenpeace muestra una pancarta en el complejo de la central de CofrentesGREENPEACE

De sustitución a prórroga en siete años

- Programa electoral del PSOE 2004: "Mantendremos nuestro compromiso de sustitución gradual de la energía nuclear por energías más seguras, más limpias y menos costosas".

- Enero de 2004. Jesús Caldera, coordinador del programa electoral del PSOE: "Nos comprometemos a sustituir la energía nuclear en un plazo de 20 años. Con el PSOE en el Gobierno, comenzará un proceso gradual de sustitución de la energía nuclear por otras más limpias".

- Zapatero, junio de 2005: "Soy el más antinuclear del Gobierno".

- El presidente, también en 2005: "Le invito a que tengamos un diálogo específico con los ministerios afectados para establecer una aproximación a un horizonte temporal, a un calendario de cierre de la energía nuclear en nuestro país".

- Zapatero, en julio de 2006: "Vamos a hacer un calendario de cierre de centrales. Esto va a generar mucha polémica porque la mayoría, estoy seguro, va a apostar por la energía nuclear. La energía nuclear es la respuesta sencilla. Yo, sin embargo, creo que hay que hacer crecer las energías alternativas".

- Programa electoral 2008: "Mantendremos nuestro compromiso de sustitución gradual de la energía nuclear por energías más seguras, más limpias y menos costosas".

- Zapatero, 10 de junio de 2009: "La decisión sobre Garoña será coherente con nuestros compromisos programáticos con los que concurrimos a las elecciones generales hace un año, obteniendo el respaldo mayoritario de los ciudadanos; un compromiso que, como usted conoce, pasa por la sustitución gradual, ordenada, razonable, garantizando la seguridad del suministro, en favor de las energías renovables en nuestro país, es decir, de energías más seguras, más limpias y, a largo plazo, menos costosas para el conjunto de la economía nacional".

- José Blanco, en junio de 2009: "En política lo más importante es cumplir con la palabra dada. Tenemos un compromiso que es que solo excepcionalmente, porque hubiera un déficit energético, continuaríamos con la central de Garoña. Parece que no es el caso".

- Zapatero, 13 de junio de 2009: Garoña "en 2011 cumple su ciclo de vida útil, los 40 años para los que fue diseñada".

- Zapatero, 5 de julio de 2009: "Cuando una instalación (nuclear) tiene más años, resulta que se le concede la prórroga por más tiempo y cuando es más joven, requiere muchos más chequeos y más decisiones. Esto sorprende. (...) no puede ser igual renovar una central que tiene 20 años que una que tiene 40. Parece razonable, ¿no?".

- Miguel Sebastián, 24 de junio de 2010: Se muestra dispuesto a pactar con el PP "sin líneas rojas" sobre la prórroga nuclear.

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