Interior propondrá eliminar el límite a 80 km/hora alegando que no reduce la contaminación
Puig defiende ampliar la velocidad hasta los 120 km/hora.-El Ministerio exige a la Generalitat que combata la polución hasta cumplir los niveles fijados por la UE
Mantener la velocidad variable en las vías de acceso a Barcelona pero ampliar el límite actual de los 80 kilómetros por hora a los 120. Es la versión que el consejero de Interior, Felip Puig, presentará "en las próximas horas" al presidente de la Generalitat, Artur Mas (CiU), para adaptar la limitación de los 80 km/hora que fijó el tripatito en 2007 a la promesa electoral de CiU de erradicar ese límite de velocidad.
Los accesos viarios a Barcelona que plantea Puig contemplan los 120 kilómetros por hora como límite general, umbral que podrá reducirse puntualmente por problemas de congestión en la via, seguridad o episodios circunstanciales de contaminación. "La rígidez actual desaparecerá", ha subrayado Puig esta mañana en delaraciones a Catalunya Ràdio.
El efecto de esta medida en la contaminación, argumento que avaló la norma para el anterior Gobierno catalán, es el mismo que emplea ahora Puig para desacreditarla. "La medida se aprobó en un plan de mejora de la contaminación", ha dicho el consejero. "Pero no ha traído cambios sustanciales en la calidad del aire". Por ello impone una "rígidez excesiva e irracional", ha concluido Puig. Este ha dicho que analizará la perspectiva medioambiental de la norma a lo largo de esta semana pero con el convencimiento de que esta es ineficaz. "Como responsable de la ordenación del tráfico en Cataluña, propondré eliminar el límite de los 80 kilómetros por hora", ha concluido.
Esta configuración deberá avalarla Mas en un momento en que los problemas de contaminación se acumulan el área metropolitana de Barcelona: la zona excede desde 2005 los niveles máximo de partículas (PM10) permitidos por la UE y también desde este año el límite legal de dióxido de nitrógeno (NO2). El dióxido de nitrógeno es un gas tóxico que proviene del tráfico e irrita el sistema respiratorio. Lo mismo que las partículas en suspensión, que pueden llegar a producir asma, cáncer de pulmón y otros problemas cardiovasculares. La incidencia de ambos contaminantes en la salud es evidente para los científicos: si se ajustaran a lo fijado por la legislación europea se evitarían 3.5000 muertes al año solo en el área barcelonesa, según un estudio del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental encargado por la Generalitat en 2007.
Los excesos de polución en Barcelona dejan a la Generalitat en la diana de las sanciones de la UE pese a las moratorias que el Gobierno catalán viene solicitando desde 2005: la Comisión Europea ha rechazado por ahora la petición de que la normativa comunitara contemplara excepciones en el área metropolitana y el ministerio de Medio Ambiente ya ha advertido a Barcelona de que no tramitará nuevas moratorias si la ciudad no asume "medidas de choque" contra el tráfico ubano.
Más allá del debate respecto a si la limitación a 80 kiómetros por hora implica mejores sustancales o marginales en la calidad ambiental, erradicar esa prohibición puede interpretarse en Bruselas como un gesto poco conciliador en la lucha contra la contaminación. Al margen de las lecturas políticas quedan las cifras: la limitación de la velocidada 80 km/hora redujo el 11% la emisión de contaminantes, según los estudios realizados en 2009 por el departamento de Medio Ambiente, cartera ahora desaparecida en el nuevo gobierno de Mas.
Otro estudio encargado en 2008 por la Generalitat al catedrático en ingenieria ambiental de la Universitat Politècnica de Catalunya, José Maria Baldasano, detectó que la norma redujo hasta el 4% la emisión de partículas contaminanes y alrededor del 7% de dióxido de nitrógeno. En 2007, al introducir la limitación, el Gobierno catalán proyectó una reducción de emisón de contaminantes de entre el 7 y el 17%. Esas previsiones no se cumplieron pero los investigadores alertan de que los problemas de contaminación que registra Barcelona se hallan intrínsecamente vinculados al tráfico. "Si el límite a 80 km/hora no ha dado resutado es porque se requieren medidas mucho más contundentes", advierte Baldasano.
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