Un cantaor con síndrome de Down graba su primera maqueta en Córdoba
El artista prepara su primer disco: 'La voluntad hecha voz'
Manuel Romero, cuyo nombre artístico es Manolo de Santacruz, es un cantaor flamenco que está empezando su carrera. Todo inicio es complicado, pero el suyo ha encontrado algunas dificultades adicionales. Manolo, de 26 años, tiene síndrome de Down."¿Y qué? No es ninguna enfermedad", zanja tranquilamente. Vestido con camisa, chaqueta y una corbata de nudo impecable, Manolo de Santa Cruz, vecino de esa barriada de Córdoba, visita los estudios de grabación de la sede provincial del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) para arreglar algunos detalles de las canciones que conformarán su primera maqueta. Su título será La voluntad hecha voz, toda una síntesis del largo camino seguido por el joven artista.
"Mi logopeda, que me ayuda en mis canciones, siempre me dice que soy la voluntad hecha voz. Porque yo soy de un pueblo, pero llueva o nieve, yo no falto a mis clases. Esa es la constancia que yo tengo en el flamenco", explica.
Su pasión por el canto le conquistó cuando tenía 12 años, tras escuchar a su padre, con el que comparte nombre, arrancarse con unos palos. "Ese mismo día, me dijo: 'Papá, yo también quiero cantar", recuerda Manuel padre. "Y así hizo. Para mí es una gran ilusión porque me ha gustado de toda la vida el flamenco y veo que cuando él lo canta le transmite mucho", añade.
Manolo de Santa Cruz todavía no se gana la vida con su arte. Trabaja de reponedor en una gran superficie de Córdoba. "Cada mañana me levanto muy pronto, cojo el autobús y me voy al Carrefour. Llevo dos años trabajando y ya tengo 16 líneas de reparto a mi cargo", explica. Mientras tanto, sigue ensayando. Y no sólo eso, también compone sus propias letras. Una de las primeras la canta en el mismo estudio de grabación: Manolo mis padres me pusieron, Manolo de Santa Cruz, en homenaje a mi pueblo, que es un diamante andaluz.
Raúl Perales, el director del IAJ, explica que el sentido de la maqueta no es darle una salida comercial. "Lo que nosotros buscamos es que Manolo tenga un buen producto, una herramienta digna que él pueda mostrar y que le sirva para arrancar", aclara Perales. El director reconoce que no todos los días le llegan a su institución propuestas tan fuertes protagonizadas por personas con síndrome de Down. "Pero tampoco es una sorpresa porque hay otros chicos y chicas por allí haciendo cosas increíbles. Pero sin duda, casos como el de Manolo son un referente para las personas con síndrome de Down".
"Yo animo a otras personas comop yo a que salgan y hagan cosas. Porque tenemos derecho a todo. Yo llegué a pensar que no lo lograría, pero como tenía constancia, me superé. Sé que tengo síndrome de Down, pero eso no es ninguna enfermedad". Y se arranca a cantar
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