Los escándalos de abusos multiplican el abandono de la Iglesia Católica en Alemania
Se triplican las bajas en la tributación voluntaria del impuesto para la subvención de confesiones religiosas
El escándalo de los abusos sexuales y de los malos tratos a menores que sacude a la Iglesia Católica en Alemania ha provocado el abandono de muchos fieles, que se dan de baja en la tributación voluntaria del impuesto para la subvención de las confesiones religiosas.
El número de bajas es especialmente elevado en el sur de Alemania, sobre todo en el católico estado de Baviera, según un sondeo que publica hoy el rotativo Frankfurter Rundschau, que ha consultado a obispados y los registros responsables del recuento de los fieles.
Así, el obispado de Bamberg, en el que hasta hace poco tiempo las bajas no superaban los 200 o 300 fieles al mes, su número se multiplicó en marzo hasta 1.400, mientras en Würzburg se ha triplicado, pasando de 400 a más de 1.200.
En Ratisbona, donde surgió un escándalo por malos tratos a los niños del Coro Catedralicio que dirigió el hermano del Papa, Georg Ratzinger, las bajas se han multiplicado por cinco.
Y en Augsburgo, cuyo obispo, Walter Mixa, dimitió esta semana tras reconocer haber maltratado a los niños de un orfanato cuando era párroco de un pueblo de Baviera, las bajas desde principios de año suman más de 4.300 fieles.
Bajas masivas ha contabilizado también el citado diario en los obispados de Rottenburg-Stuttgart, Osnabrück y Colonia, mientras en el de Berlín se ha triplicado el número de personas que han abandonado oficialmente la iglesia.
Por otro lado, la ministra alemana de Justicia, Sabine Leutheusser-Scharrenberger, desea aumentar los plazos de prescripción para que las víctimas de abusos sexuales cuando eran menores de edad puedan disponer de más tiempo para denunciar por lo civil a los autores. "Estoy abierta a un aumento de los plazos", declara la ministra en la edición de hoy del periódico "Süddeutsche Zeitung" sobre ese tipo de prescripciones, que actualmente vencen tres años después de que las víctimas alcanzan los 21 años de edad.
Mientras tanto, el Gobierno alemán activó ayer su plan de apoyo a las víctimas de pederastia, ante la alarma social por los escándalos de abusos tanto en instituciones eclesiásticas como en centros laicos y en busca de soluciones a unos casos de compleja persecución judicial puesto a menudo prescribieron como delito.
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