Un tapete microbiano del tamaño de Grecia
Los investigadores del Censo de la Vida Marina dan un gran impulso al estudio de los habitantes más pequeños del oceáno
El reino del dios Neptuno cada vez es más conocido. Un grupo de más de 2.000 científicos de 80 países acaba de terminar el mayor inventario de las especies más diminutas del océano. En una de las mayores colaboraciones científicas mundiales, se ha elaborado un censo histórico de microbios, zooplancton, larvas y seres microscópicos fundamentales para la alimentación y el sistema respiratorio de la Tierra. Como ejemplo, en una región oceánica de la costa oeste de América del Sur se ha encontrado un tapete microbiano del tamaño de Grecia.
Esta investigación se presentará el próximo octubre en un simposio internacional en Londres y es el centro de cuatro de los 14 proyectos de campo del Censo de la Vida Marina (COML) .
La identificación de estas especies, tan difíciles de ver, en estos grupos, así como conocer dónde están, en qué cantidad y el papel que realizan en el medio ambiente, son fundamentales para entender el tamaño, la dinámica y la estabilidad de la cadena alimentaría de la Tierra, el ciclo del carbono y otras claves planetarias. La investigación, grabación y registro de esta vida marina se ha realizado durante 10 años.
Los microbios marinos son los más pequeños engranajes esenciales para el funcionamiento del planeta y constituyen del 50% al 90% de toda la biomasa del océano. Ha sido la tecnología de este milenio (especialmente la secuenciación del ADN) la que ha permitido revelar este sorprendente mundo microscópico hasta el momento desconocido por el ser humano.
"La magnitud del descubrimiento en el mundo de los microbios es extraordinaria", dice Mitch Sogin, responsable del Censo Internacional de Microbios Marinos (ICoMM) e investigador del Laboratorio de Biología Marina en Woods Hole, Massachusetts (Estados Unidos). "Los científicos están descubriendo y describiendo un mundo asombroso de biodiversidad y abundancia microbiana marina, sus patrones de distribución y cambios estacionales."
Después de extraer muestras del océano de más de 1.200 lugares en todo el mundo, los investigadores del COLM han incluido en una base de datos 18 millones de secuencias de ADN de la vida microbiana, que se ramifican en más de 100 grandes filos (tipo de organización taxonómica, agrupación de los organismos dentro del reino y clase de los seres vivos).
Las revelaciones sobre el mundo microbiano en una década han llevado a los investigadores a revisar drásticamente sus estimaciones acerca de la diversidad; puede que haya 100 veces más géneros microbianos de los que se pensaba previamente. (Género es la categoría en la escala entre familia y especies).
Durante un estudio de 11 meses en 2007, se secuenciaron los genes de más de 180.000 especímenes del lado británico del Canal de la Mancha. Aunque este nivel de muestreo "está lejos de haber agotado la diversidad actual", señalaron los investigadores, una de cada 25 lecturas dio un nuevo género de bacterias (7.000 géneros en total).
Los científicos también se sorprendieron y denominaron este descubrimiento "la rara biosfera" de microbios.
John Baross de la Universidad de Washington, quien preside el consejo asesor científico del ICoMM, señala que con los métodos tradicionales hasta ahora los expertos han aislado y caracterizado sólo alrededor de 20.000 microbios marinos.
Los investigadores del censo sugieren que, dentro de unos límites de tamaño determinados, más de de 20 millones de tipos de bacterias viven en el océano. Sin embargo, Baross señala: "El número total de especies de microbios marinos, incluyendo tanto las bacterias como las arqueas (microorganismos unicelulares), basado en la caracterización molecular, se acercará a los mil millones". Y prosigue:"ICOMM ha estudiado relativamente poco los ambientes microbianos de los océanos, y hay bacterias asociadas con cada uno de cientos de miles de grandes animales marinos, todos los cuales tienen una flora microbiana en el intestino y apegados a su superficie exterior que han evolucionado conjuntamente con los animales. Los cientos de millones de especies microbianas son consecuencia de la fauna marina, esto es una enorme frontera de investigación para la próxima década. Por ejemplo, un estudio de esponjas de la Gran Barrera de Coral de Australia descubrió una que era anfitriona de casi 3.000 unidades operativas taxonómicas de las bacterias.
"El seguimiento y la visualización de tales poblaciones complejas era imposible hace 10 años", dice el Dr. Baross. "La secuenciación nos permite dar el equivalente de una dirección URL de Internet a millones de microbios, a los que podemos unir todo tipo de información, al igual que su temperatura preferida y la cantidad de sal y luz".
Y la variedad de los virus marinos puede rivalizar con la de los microbios. "El primer censo de los virus marinos debería ser un objetivo para la próxima década", afirma.
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