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Detenida la jefa de la iglesia protestante alemana por saltarse un semáforo cuando conducía ebria

Margot Kaessmann triplicaba la tasa de alcohol permitida

Margot Kaessmann, la jefa de la iglesia protestante y luterana alemana -con aproximadamente 25 millones de fieles-, fue detenida el pasado sábado en Hannover tras saltarse un semáforo en rojo cuando conducía su vehículo oficial en estado de embriaguez, según ha informado un portavoz de la fiscalía de Hannover, al norte de Alemania. La tasa de alcohol en sangre de la religiosa, de 51 años y la primera mujer en dirigir a los protestantes alemanes, triplicaba el máximo legal permitido.

"Estoy en estado de shock por haber cometido tan terrible error", ha dicho Kaessmann al diario alemán Bild. "Soy consciente de lo peligroso e irresponsable que es beber y conducir, y estoy preparada para asumir las consecuencias legales de ello", ha manifestado. La obispo de Hannover, madre de cuatro hijos y que ha superado con éxito un cáncer de mama, podría perder su carné de conducir durante un año y tener que pagar una multa equivalente al salario de un mes.

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Los agentes de policía que pararon a Kaessmann hicieron soplar a la obispo en un aparato de control de alcoholemia que reveló una tasa de 1,3 miligramos de alcohol en sangre, equivalente en su caso a la ingestión de 0,7 litros de vino o 1,5 litros de cerveza.

No es la primera vez que la religiosa salta a los titulares de la prensa. Fue muy controvertida su elección como cabeza de la iglesia protestante alemana por ser divorciada. En enero pasado, en su sermón del día de Año Nuevo, irritó a buena parte de la clase política al pedir desde el púlpito la salida de las tropas alemanas de Afganistán. Considerada moderna y dialogante, también ha criticado la postura de la Iglesia católica sobre la homosexualidad, la ordenación de las mujeres y el celibato.

Uno de los principales retos de su mandato es revitalizar la Iglesia protestante, que cada vez pierde más adeptos.

Margot Kaessmann
Margot KaessmannAP

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