El vigésimo hijo del presidente de Suráfrica, causa de polémica en la lucha contra el sida
La niña es fruto de una relación extramatrimonial de Jacob Zuma
Dicen que es el vigésimo, aunque ninguna fuente da el número por exacto. Pero la polémica en el país no ha sido tanta por el número de hijos que se le suponen al presidente surafricano, Jacob Zuma, -quien, al fin y al cabo es polígamo y se ha casado cinco veces-, sino porque el vigésimo, nacido el pasado mes de octubre, no es fruto de una relación con sus mujeres sino de una relación extramarital. Miembros de la oposición no han dudado en salir a la palestra a denunciar la contradicción que supone que la campaña principal en Suráfrica para la lucha contra el sida abogue por la fidelidad y alerte contra la multiplicidad de parejas, mientras el presidente del país, de 67 años, haga de su capa un sayo y, más que predicar, atente con el ejemplo.
El bebé, una niña, nació el pasado mes de octubre, sólo tres meses antes de que Zuma se casara por quinta vez (mantiene tres mujeres, oficiales, después de un divorcio y del suicidio de su segunda esposa). Los periódicos surafricanos, que dedicaron buena parte de sus portadas del domingo a la historia, destacaban además que la madre de la niña, Sonono Khoza, de 39 años, es hija de Irvin Khoza, íntimo amigo de Jacob Zuma y uno de los organizadores del Mundial de Fútbol que se disputará en junio en el país.
La niña, de acuerdo con un artículo del Sunday Times, ha sido registrada como hija del presidente bajo el nombre de Thandekile Matina Zuma, después de que Zuma pagara el inhlawulo, una cantidad destinada a reparar "los daños causados" cuando un bebé nace fuera del matrimonio según la tradición zulú. No es la primera vez que se conoce la querencia del presidente por hijas de sus amigos: acusado y luego absuelto por violación en 2006, en el juicio Zuma aseguró haber mantenido relaciones sexuales consentidas con la hija de un antiguo camarada del Congreso Nacional Africano (ANC, en inglés), aunque sin protegerse con condón pese a conocer que la mujer era seropositiva.
Un presidente infiel
Tras su absolución, Zuma, entonces vicepresidente, reconoció haberse equivocado al no usar preservativo, "tenía que haber obrado con mayor precaución y responsabilidad", dijo entonces. Unas palabras que, de acuerdo con la líder de la oposición, Helen Zille, "se han borrado ya de su memoria: una vez más el presidente envía el mensaje equivocado al pueblo surafricano". Zille ha recordado que la campaña gubernamental contra el sida promueve el sexo seguro, el uso de condones y evitar mantener relaciones no protegidas con múltiples parejas, "lo que contrasta con el comportamiento, y se diría que actitud, del presidente". La líder de la oposición ha recordado que la poligamia, legal en Suráfrica, no es el objeto de la polémica (de hecho la campaña promueve fidelidad en las relaciones polígamas, de igual manera que en las monógamas), "pero no creo que la infidelidad pueda ser defendida por la cultura, no creo que haya ninguna cultura que promueva la infidelidad".
La poligamia del presidente llegó incluso el pasado fin de semana a Davos, donde Jacob Zuma fue cuestionado al respecto. Tras asegurar que quería a sus mujeres por igual, añadió: "para algunos simboliza un atraso que el líder de Suráfrica secunde una práctica que ven como injusta para con la mujer, pero esa es mi cultura y no renuncio a mis creencias políticas por ella, incluyendo la igualdad de la mujer. Algunos piensan que su cultura es superior a la de otros y eso es un problema en el mundo".
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