Obama impulsa una renovación ecológica de EE UU
Destinará 2.300 millones a la modernización de la red eléctrica y concederá créditos para crear una fábrica de coches híbridos
La Administración de Barack Obama ha dado un nuevo impulso a las energías renovables con el anuncio por parte del propio presidente de EE UU de una inversión de 3.400 millones de dólares (2.300 millones de euros) para una renovación ecológica de la red eléctrica y la concesión de créditos del Gobierno federal para crear una planta de fabricación de coches híbridos en Delaware.
Desde su llegada a la presidencia, Obama ha apoyado la legislación para reducir la contaminación. En mayo, la Cámara de Representantes aprobó una ley para imponer límites a la emisión de gases de efecto invernadero por primera vez en la historia de EE UU. Precisamente este martes, el Senado ha iniciado una serie de audiencias para la aprobación de su propia norma medioambiental, con la oposición inicial de una buena parte de los miembros del Partido Republicano.
"Es el tipo de legislación que nos permitirá optimizar el uso de los recursos de los que disponemos en abundancia, a través de tecnologías limpias de carbón, energía nuclear segura, biocombustibles sostenibles y energía que obtenemos del viento, el mar y el sol", ha dicho Obama durante una visita a la mayor planta de generación de energía solar del país, en Florida.
Allí ha anunciado la financiación pública de 100 proyectos de mejora de la red eléctrica, como los que contemplan la instalación de lectores de consumo eléctrico más eficientes que los ya existentes, capaces de controlar el uso de energía hora a hora. Se espera que estas medidas, combinadas, ahorren unos 20.000 millones de dólares en consumo energético en los próximos 10 años.
Además, según ha anunciado Obama, se fomentará la creación de miles de los llamados empleos verdes, nacidos de la investigación e implantación de nuevas tecnologías. "Trabajos duraderos, que no pueden buscarse en otros países y que pagarán sueldos decentes", ha manifestado el presidente.
Por su parte, el vicepresidente, Joe Biden, ha visitado el Estado de Delaware, donde la empresa Fisker Automotive reabrirá una vieja planta abandonada por General Motors para producir nuevos modelos de coches híbridos, alimentados simultáneamente por gasolina y energía eléctrica. Aquella planta comenzó a operar en 1947 y fue cerrada el pasado mes de julio, tras la declaración pública de suspensión de pagos de General Motors.
"Algunos querían dar a la industria automovilística americana por muerta, y nosotros nos negamos", ha indicado Biden. "Sabíamos que era necesario hacer algo distinto, entendimos que había que escribir un nuevo capítulo en la historia de la manufacturación americana, invirtiendo en innovación".
Fisker comenzará a fabricar coches híbridos con un préstamo del Departamento de Energía de 528 millones de dólares, de los que 359 se dedicarán a reabrir la planta de Delaware, que creará unos 2.000 puestos de trabajo. En total, se fabricarán entre 75.000 y 100.000 coches híbridos de aquí a 2014.
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