TVE, condenada a integrar a los trabajadores de una productora
El Tribunal Superior de Justicia vasco ratifica que desempeñaban tareas estructurales cobrando menos de la mitad
Aunque tenían muchas cosas iguales, la mayoría eran sustancialmente inferiores. Los cinco trabajaban en la sede de TVE de Vitoria, compartían cámaras y equipos, jefes y órdenes con el resto de la plantilla. Pero sus salarios les convertían en mileuristas, no tenían los derechos sociales de sus compañeros y su jornada empezaba cuando acababa la de los demás. Es decir, llegaban a la sede de TVE a las seis de la tarde, y acababan después de pasar toda la noche, a las 10 de la mañana del día siguiente. Tampoco les pagaba la sociedad pública de radiotelevisión, sino una productora, FIBE, que fue contratada a dedo, sin publicidad ni concurso público.
Con todos esos hechos probados, la sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha calificado de "cesión ilegal" de trabajadores la relación de la productora con TVE y en una sentencia dictada a finales de junio, reconoce el derecho de los cinco empleados a integrarse en la televisión pública española. La sentencia ratifica en todos su términos la dictada en primera instancia por el Juzgado de lo Social número 3 de Vitoria, en noviembre de 2008. FIBE no tenía otro cliente que la empresa pública.
"Trabajo sucio y duro por mucho menos dinero"
El Superior precisa además que los cinco empleados tienen derecho a ser "readmitidos" con contratos fijos en TVE, con su respectiva antigüedad, y por supuesto equiparándose salarialmente a sus nuevos compañeros y a la categoría profesional que desempeñaban entonces. Curiosamente el alto tribunal vasco no da la opción a los trabajadores de elegir ser fijos en TVE o en FIBE, como cabría pensar por la jurisprudencia, entre otras cosas porque poco después de celebrarse el 16 de septiembre de 2008 la vista oral en primera instancia, TVE rescindió el contrato con FIBE, vigente desde el año 2000, y esta productora lo hizo a su vez con sus cinco empleados.
De hecho, la televisión pública rescindió los contratos con muchas de las productoras de toda España con las que mantenía una situación similar. Y poco después, en diciembre de ese año, hizo públicas las nuevas licitaciones con condiciones más ajustadas a la legislación laboral. El presidente del Comité Intercentros de RTVE, Teo Altieri, de CC OO, cree que el caso de Vitoria ha supuesto un avance para evitar nuevos casos que rozan la explotación. "En ese caso, y en alguno más, TVE pagaba para que una productora le hiciera el trabajo sucio, y duro, por mucho menos dinero de lo que le costaría", critica. En 2002 el contrato anual de TVE con FIBE ascendió a 165.617 euros, más IVA, cuando los cinco trabajadores cobraban en torno a mil euros mensuales.
"Había trabajadores de TVE del País Vasco que cobraban un plus de disponibilidad de 900 euros. Es decir, más que algunos empleados de FIBE, y eso es lamentable", subraya Altieri. Al frente de FIBE había dos personas. Ese modelo de contratación de pequeñas productoras para cubrir puestos estructurales a mucho menor coste ha sido muy explotado también por la televisión pública vasca EITB. En el caso de FIBE, disponían de una furgoneta, cámaras, un ordenador, una mesa y varios teléfonos móviles. Todo lo demás, desde enlaces, magnetoscopios y demás equipos eran de TVE. Los cinco trabajadores de Vitoria no fueron, sin embargo, despedidos al hacerse pública la sentencia, sino 14 días después de la vista oral en primera instancia, en septiembre de 2008, lo que originó cinco nuevas denuncias por despido nulo. El juzgado número dos de Vitoria, a la vista de la sentencia del Superior ha ordenado a TVE la "readmisión inmediata" de los trabajadores.
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