Unidos por el medio ambiente
La fecha de hoy reúne a ecologistas, empresarios y políticos bajo la filosofía 'piensa en verde'
Pasaron de locos a idealistas, y ahora, casi 50 años después, representan uno de los movimientos sociales con más adeptos del mundo. Consiguieron que en 1972 la ONU estableciera el Día Mundial del Medio Ambiente, y el 5 de junio se ha consolidado como una jornada de concienciación. Algunos aseguran que tienen "más moral que el Alcoyano", pero la realidad parece darles la razón. Los ecologistas celebran 37 años con un día dedicado a su causa. El de hoy no es un aniversario especial, pero en lo más profundo del pensamiento de sus protagonistas se presiente que esta crisis hace vislumbrar un cambio en el sistema productivo que permitirá cumplir el sueño del equilibrio entre medio natural y humano.
"Muchos dicen que los ecologistas somos utópicos, pero, como lo utópico es pensar que se puede seguir manteniendo este ritmo de consumo, seguiremos luchando". Son las palabras contundentes de Yayo Herrero, la coordinadora estatal de Ecologistas en Acción, una mujer de principios tan definidos que parecen dogmas de fe. Asegura que esta jornada no cambia nada para los que trabajan por la causa, un día más de discurso de denuncia, alerta e ideas que pasan por políticas conservacionistas. "Estas efemérides no suelen cumplir más papel que el empujón a la reflexión", señala Herrero, no sin aclarar que resultan cruciales para que al menos un día al año todas las mentes se concentren en solucionar los problemas que hacen peligrar el entorno natural.
Puede que para algunos el 5 de junio pase desapercibido, pero lo cierto es que la gran mayoría es más receptiva al mensaje ecologista durante esta jornada. Una recompensa que una vez al año no parece suficiente, pero sí importante como primer paso hacia el cambio. "Cada vez son más las organizaciones y voluntarios que participan en la celebración. La preocupación por el medio ambiente ha crecido mucho en los últimos años y lo demuestra la multitud de propuestas alternativas", predica la coordinadora ecologista. El director de campaña de Greenpeace, Mario Rodríguez, lo confirma: "La participación ha crecido y sigue en aumento, sobre todo cuando la idea es fresca e interesante". Rodríguez recuerda el éxito de las parábolas que colocaron hace dos años en Madrid con parrillas para cocinar, y el de la central solar ambulante que utiliza la organización para demostrar la energía del sol, incluso para mover objetos. El secreto se encuentra en lograr despertar la curiosidad de los que no se sienten atraídos por este movimiento.
El objetivo de captar más adeptos ha llevado este año a la plataforma formada por Ecologistas en Acción, SEO/Bird Life, WWF España, Amigos de la Tierra y Greenpeace a centrar la atención en los efectos negativos de las centrales nucleares con un espectáculo visual en la plaza madrileña de Santo Domingo. Se colocará un globo aerostático, y el director de conservación de WWF, Enrique Segovia, explica que un rostro conocido ilustrará a modo de hombre del tiempo un nuevo mapa en el que las centrales nucleares den paso a la energía solar.
Hablar del mal estado del medio ambiente se ha convertido en un discurso políticamente correcto y necesario en esta festividad. "Se ha conseguido que sea una exigencia en este día", asegura Mario Rodríguez. Se puede celebrar o no, pero los eventos se organizan por todo el mundo de la mano de ecologistas, empresas y políticos. "Todos tienen algo que decir", afirma Herrero. "Las empresas aprovechan para publicitar sus políticas ambientales", denuncia el ecologista de WWF. Para la coordinadora estatal de Ecologistas en Acción, el lado negativo lo representa el marketing verde que transmiten las petroleras y los líderes del sector energético para convencer de que su tarea no deteriora el medio ambiente. "En realidad, muchas son políticas de lavado verde sin más", afirma Herrero.
Aun así, los ecologistas coinciden en reconocer que se cumple el objetivo por el que la ONU estableció el Día Mundial del Medio Ambiente: "Sensibilizar a la población en relación a temas ambientales". Enrique Segovia defiende que esto es posible gracias a la labor conjunta de las numerosas organizaciones que trabajan por un mismo interés común, la conservación del entorno.
La concienciación social está en camino de conseguirse, según las palabras de estos ecologistas, pero falta que se traslade a la práctica. Los temas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente son cíclicos porque ninguno de ellos se ha solucionado desde 1972. Segovia afirma que a estos problemas se les suman otros muchos, entre los que destacan el cambio climático, el mayor dolor de cabeza para los ecologistas, y la conservación de la biodiversidad, tema que centrará toda la atención en 2010, Año Internacional de la Diversidad Biológica.
La crisis puede cambiar el esquema, y por eso el optimismo se extiende entre los ecologistas. "Quién sabe", se pregunta el director de conservación de WWF España, mientras sueña en voz alta con el momento en el que no se necesite tener un Día Mundial del Medio Ambiente.
Otras formas de celebrarlo
Los talleres escolares, manifestaciones y concursos de carteles se extienden por todo el planeta. Pero cada vez son más las instituciones que organizan diferentes eventos.
- La Orquesta Filarmónica Juvenil del Mundo Unido interpretó el segundo movimiento Jeux de Vagues de la obra de Claude Debussy La mer, sincronizando la música con imágenes de mares y océanos en 2004, el año dedicado a esta causa.
- Un Ekofestival en Praga conmemoró este día con el lema "consumo sostenible". El evento reunió en 2007 a 20 grupos ambientales que intercambiaron información y servicios sobre esta cuestión. Los temas protagonistas fueron el etiquetado ecológico, el comercio justo y los productos orgánicos.
- En Ankara, 1000 esculturistas y estudiantes organizaron en 2007 varios juegos educativos. Bingos, laberintos y búsquedas del tesoro en el marco de un festival dedicado al medio ambiente.
- La Compañía Nacional de Danza Folklórica y la Compañía Eros Ludens presentaron un espectáculo con obras del poeta mexicano Carlos Gómez inspiradas en los desiertos en 2005.
- El Ballet Nacional de Paraguay ofreció la creación Y-amai con la ayuda de la organización Sobrevivencia, Amigos de la Tierra en 2006.
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