Uno de cada 10 médicos ha sido agredido por pacientes

Una consulta de un ambulatorio o una guardia en urgencias puede ser una situación de riesgo. Al menos, lo ha sido para más de la mitad de los médicos (el 64%), que en algún momento han recibido amenazas, insultos o, en un 11% de los casos, agresiones físicas. Los datos han sido recopilados por profesores de la Universidad de Zaragoza, dirigidos por Santiago Gascón, y publicados en la revista International Journal of Occupational and Environmental Health.

El trabajo intenta poner cifras a una realidad continuamente denunciada, pero de la que no hay datos globales. Se ha hecho con 1.845 entrevistas en toda España. El agresor es, la mayoría de las veces (un 85%), el propio paciente, aunque destaca que en Urgencias más de una cuarta parte de los ataques viene de parte de los acompañantes. Tres son los principales motivos para estas manifestaciones de violencia: el tiempo de espera (el dato que siempre evalúan peor los pacientes en las encuestas), el 58%; las bajas laborales (tanto por concederlas como por negarlas), el 15%; o discrepancias con respecto a la medicación (10%).

Este último aspecto es relevante, y puede indicar problemas en la adaptación de médicos y pacientes a un nuevo sistema en que estos últimos cada vez están más informados (o desinformados). En el estudio se observa que las agresiones se produjeron en igual proporción a médicos hombres y mujeres, lo que muestra que el género no es un factor determinante, como sí lo son las condiciones del trabajo (poco tiempo, sobrecarga de los servicios, estrés y nerviosismo por ambas partes).

Las agresiones a los profesionales sanitarios preocupan a los colegios profesionales, que han conseguido que, al menos en los que ejercen en centros públicos, sean consideradas ataques a funcionarios (el equivalente a un atentado), con el consecuente agravamiento de las penas.