La Unión Europea analizará la salubridad de productos procesados con lácteos chinos
Pánico en el sudeste asiático por la leche adulterada venida del gigante asiático
La Unión Europea buscará una opinión científica acerca del impacto sobre la salud que puede tener el consumo de productos fabricados con derivados lácteos chinos. La Unión no ha prohibido la importación de leche china porque no la importa.
Con cuatro bebés muertos y 13.000 bebés hospitalizados de un total de 58.000 afectados en China por la inclusión de melamina en la leche, una sustancia industrial empleada como adhesivo para conglomerados, la desconfianza hacia los chinos se ha adueñado del sudeste asiático. Indonesia, Malasia, Brunei, Japón, Filipinas, Taiwán y Australia han prohibido la importación y la venta de productos lácteos chinos y algunos productos han sido ya retirados en Canadá.
Los supermercados en Singapur han tenido que retirar rápidamente todos sus productos de origen chino y asegurar a unos consumidores al borde de la histeria que han tomado todas las medidas necesarias para proteger su salud. "Estamos yendo más allá en las precauciones y estamos comprobando y retirando aquellos productos que no han sido fabricados en China, pero que podrían contener leche de origen chino entre sus componentes", ha asegurado una portavoz del Dairy Farm Group en Singapur.
En Bangkok, Tailandia, la oleada de mensajes de texto previniendo a familiares y amigos contra la leche y otros productos lácteos de origen chino ha llevado a la filial en el país del fabricante de chocolatinas Mars Inc. a desmentir oficialmente que utilicen lácteos chinos en la fabricación de sus productos. Desde el ministerio de Exteriores chino se muestran comprensivos y colaboradores. "Estamos dispuestos a incrementar la cooperación con la comunidad internacional en este asunto para proteger juntos los derechos de los consumidores", ha explicado una portavoz de la diplomacia china.
La crisis dentro de China
Por otra parte, más de 1.000 ciudadanos chinos han acudido a un abogado especializado en Derechos Humanos para estudiar la compensación por los daños que sus hijos han sufrido, según informa el Christian Science Monitor. La leche contaminada con melanina ha provocado cálculos renales en los bebés afectados.
El abogado Li Fangping explica que su despacho no demandará a la principal empresa implicada en el escándalo, Sanlu. "Vamos a esperar a ver cómo funciona la política de compensaciones del Gobierno. Si va bien, no será necesario ir a juicio", explica Fangping. Las autoridades chinas han prometido tratamiento médico gratuito a los afectados. Pero son muchos los padres que acuden a Fangping quejándose de que los hospitales se niegan a tratar a los niños a menos que paguen una cama.
La ley china sólo permite reclamar a las empresas compensaciones por los daños materiales ocasionados, las facturas médicas en este caso. De cualquier modo, los observadores lamentan que los daños y prejuicios son tan bajos en China, que las empresas prefieren a menudo pagar.
Los abogados se muestran cautos por las repercusiones políticas del caso. El escándalo de la leche no sólo ha dañado la reputación internacional del país, sino que durante el juicio podrían salir a la luz pública las frustraciones de los habitantes de una de las últimas dictaduras comunistas del mundo.
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