Hasta 20.000 menores sufren explotación en España, según la OSCE

El problema de la trata de niñas y niños no atañe sólo a los países pobres. En España también se dan cifras que son para echarse las manos a la cabeza. Así lo han confirmado este lunes dos de los asistentes a las Jornadas sobre la Trata Infantil en el Mundo que la ONG Save the Children (www.savethechildren.es) ha organizado estos días en Madrid.

Por un lado, José Luis González, teniente psicólogo de la Unidad Técnica de la Policía Judicial de la Guardia Civil, ha cifrado en 2.749 menores las víctimas de delitos relacionados con la trata en las 11.810 actuaciones policiales efectuadas al respecto entre 2002 y 2006 por el Instituto Armado, el Cuerpo Nacional de Policía y la Ertzaintza.

Por su parte, Eva Biaudet, coordinadora para la lucha contra la trata de seres humanos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), ha asegurado que son 20.000 los menores "identificados" víctimas de la explotación en España. Estos menores se dedican a la mendicidad y el robo inducido, a la prostitución, o a trabajos no remunerados, en una versión de la esclavitud para el siglo XXI, según Biaudet.

La diferencia entre las cifras estriba, como ha explicado González, en que los datos del Programa Estadístico de Seguridad del Ministerio del Interior sólo recogen las actuaciones policiales, "es decir, las detenciones", mientras que no pueden contabilizar "todos los casos que no han sido denunciados, ni aquellos otros que no se han descubierto todavía". En este sentido, Biaudet ha alertado de que tal lacra está "en constante aumento".

Es una cuestión de dinero, simplemente, ha dicho la representante de la OSCE. Un niño que se dedique a la mendicidad en cualquier ciudad europea puede conseguir 100 euros al día, y casi todo se lo da a quienes le explotan, sus padres o tutores". "Una niña prostituida -ha continuado- consigue de 2.000 a 3.000 euros a la semana, un negocio redondo. Estas niñas son vendidas por sus proxenetas a unos 3.000 euros, ha añadido. "Con los números a la vista, está claro que quien la compra amortiza la inversión en una semana.

Por su parte, Sandra Garrido, del Servicio de Atención a la Familia de la Policía Nacional, ha explicado algunas de las características de estos menores explotados. "En el caso de los niños, los dedican sobre todo a la mendicidad y al robo, ha dicho Garrido. Son chavales de entre 9 y 16 años, que actúan en grupos de 4 a 6 chicos, con total impunidad porque sus padres o tutores les aleccionan sobre el sistema de detención español. Saben que, si los padres no se presentan, son ingresados en un centro de acogida, de donde se escapan siempre para volver a robar, ha agregado. Esta agente de policía ha lamentado que, en las escasas ocasiones en que los padres se presentan en comisaría, no muestran la menor afectividad hacia sus hijos.

Por otro lado, entre las menores prostituidas destaca la figura de chicas rumanas de 15 a 17 años que llegan con pasaportes falsos en los que aparecen como mayores de edad. Lo único que hacen es cambiarles la foto, ha continuado. Los dueños de los clubes dicen que pensaban que eran mayores de edad, pero ellos sólo han visto una fotocopia del pasaporte, donde no se distingue que han cambiado la foto de la chica. En los casos en que las menores se atreven a denunciar, son tratadas siempre como testigos protegidos. Las ocultamos y reinsertamos con ayuda de una ONG, ha concluido, aunque algunas vuelven a ponerse en contacto con sus proxenetas y regresan a la prostitución.