_
_
_
_
_

La ONU, "muy preocupada" por el bloqueo en la negociación del clima

El secretario ejecutivo de Naciones Unidas para el Cambio Climático, Yvo de Boer, teme que la cumbre pueda fracasar si no hay un acuerdo pronto

En la partida de póker que se juega en Bali el tiempo pasa y no hay avances. Eso es una mala noticia para la UE y, sobre todo, para Naciones Unidas. El secretario ejecutivo de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, Yvo de Boer, acaba de expresar en Bali "su preocupación" por el estado de las negociaciones. Aunque todo puede cambiar en un segundo, De Boer alertó de que si mañana a las 12.00 (hora local, las cinco de la mañana en España) no hay un principio de acuerdo, la cumbre corre el riesgo de fracasar.

Más información
Tres países anuncian en Bali que reducen a cero su impacto en CO2
Compensa tus emisiones de C02
La UE boicoteará el foro del clima de EE UU si no hay acuerdo en Bali

"Estoy muy preocupado sobre cómo están las cosas (...) Mañana a mediodía se acaba el tiempo". Aunque la cumbre se puede alargar hasta la mañana del sábado, hay un límite físico de traducir el principio de acuerdo y fotocopiarlo para las delegaciones para que decidan formalmente sobre el texto.

La principal pega sigue estando en si el texto debe incluir cifras sobre la reducción de emisiones. La UE y el G7 y China quieren objetivos concretos para lso países industrialziados, pero EE UU, Japón, Canadá y Australia (que ha ratificado Kioto pero que recela de recibir obligaciones de Naciones Unidas) se oponen. El último borrador, repartido hoy en Bali a los Gobiernos opta por una fórmula intermedia, más descriptiva que comprometedora.

Una reducción de emisiones de entre el 25% y el 40%

"El texto dice que las partes de Kioto, en las que no está Estados Unidos, consideran que sería adecuado un rango de reducción de emisiones de entre el 25% y el 40% en 2020 para todos los países desarrollados". "Yo lo interpreto como que todos los países excepto EE UU quieren reducir las emisiones de todos los países incluido Estados Unidos", afirmó De Boer.

Si finalmente la cifra se queda en el mandato de Bali que debe dirigir la negociación del tratado que en 2013 sustituya a Kioto, el texto será mucho más ambicioso de lo que finalmente se esperaba. El problema es que a 36 horas del fin de la cumbre "hay demasiados asuntos pendietes y ligados entre sí, en una situación de todo o nada que puede acabar derrumbando la negociación como un castillo de naipes", según De Boer. Los países discrepan sobre la transferencia de tecnología verde de los ricos a los pobres.

Un momento propicio para el mandato

De Boer confió en que finalmente haya un mandato ya que por el momento, con el informe del Panel Intergubernamental de Cambio Cimático reciente, el momento no puede ser más propicio y añadió que hasta EE UU parece querer que de aquí salga algo. Estados Unidos mantiene un tono constructivo pero a la vez tampoco renuncia organizar un proceso paralelo.

El asesor para asuntos del Clima de la Casa Blanca, James L. Connaughton, anunció ayer que en enero reunirá por segunda vez el llamado foro de las grandes economías (o de los grandes contaminadores), una reunión con China, India, Japón, Canadá y hasta 17 países al margen de Naciones Unidas, para buscar reducciones de emisiones voluntarias. Preguntado sobre sí irá a la cita, Yvo de Boer ironizó hoy: "Me han dicho que estoy en el rpograma, pero no he recibido la invitación".

Una de las explicaciones más emocionadas sobre la negociación la dio ayer Achim Steiner, director del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que se dirigió a una veintena de periodistas. "Ustedes son los ojos y los oídos del mundo aquí. Dejen claro que no todos los que estamos en Bali somos iguales, que hay algunos que ponen los corchetes (cuando un texto no tiene acuerdo se queda congelado entre corchetes) y otros los que los solucionan. Si Bali fracasa no habrá fracasado Naciones Unidas, sino los países de Naciones Unidas; no habrá fracasado la negociación multilateral, sino los países que forman parte de esta negociación". Steiner, que lleva 15 días en Bali en un segundo plano impulsando la negociación, parecía bajo de ánimo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_