Al Gore y Pachauri reciben en una ceremonia oficial en Oslo el Premio Nobel de la Paz
El ex vicepresidente de EE UU insta a adoptar un "compromiso moral" colectivo como el que inspiró la lucha contra el fascismo y el nacimiento de la ONU
El ex vicepresidente de EE UU Al Gore y el indio Rajendra Pachauri, que preside el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, han insistido este lunes en la amenaza que supone el calentamiento global al recibir el Nobel de la Paz 2007, instando a un compromiso mundial para revertir la situación. El Comité Nobel premió a Gore y Pachauri, que suceden en el galardón a Mohamed Yunus y su banco de microcréditos Grameen Bank, por "construir y divulgar un mayor conocimiento sobre el cambio climático causado por el hombre y fijar la base de las medidas para contrarrestarlo".
Ambos galardonados han trazado en la ceremonia en el Ayuntamiento de Oslo (Noruega) un panorama crítico sobre estos problemas, que afectan a la seguridad humana, y han coincidido en el diagnóstico: actuar de forma rápida y consensuar medidas concretas.
"Se hace camino al andar"
Gore ha descrito la lucha contra el cambio climático como una elección "entre vida y muerte", por la "supervivencia" de la especie, ante una situación de "emergencia planetaria". Por eso, ha invitado a los líderes políticos a abandonar las indecisiones para actuar "con valentía y rápido". "Debemos abandonar la idea de que acciones individuales, aisladas, privadas, son la respuesta. No es un reto para el 'yo', es demasiado grande, es un reto para el 'nosotros", ha afirmado Gore, quien ha hablado de la necesidad de un "compromiso moral" colectivo como el que inspiró la lucha contra el fascismo y el nacimiento de la ONU. Citando a Antonio Machado, ha dicho: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar".
En un discurso lleno de referencias históricas y citas de personalidades variadas, como Winston Churchill, Mahatma Gandi o George Orwell, Gore ha ligado la lucha contra el cambio climático con el combate de la pobreza, la enfermedad y el hambre. Y ha defendido además la creación de una tasa que grave el consumo de energía causante del cambio climático, que se vería compensada por una reducción de las cargas que gravan el trabajo.
Gore ha reiterado que cuando acuda esta semana a Bali a la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU urgirá a los líderes políticos a consensuar un mandato "claro" que siente las bases para la firma de un nuevo acuerdo climático en 2010, y ha instado a EE UU y China, principales emisores de CO2, a ser "valientes" y comprometerse. De ambos países ha dicho que "serán responsables ante la Historia" de no modificar su postura ante el cambio climático.
Escuchar "la voz de la ciencia"
A la conferencia de Bali se ha referido también expresamente Pachauri, quien ha animado a los responsables mundiales a escuchar "la voz de la ciencia y el conocimiento, que suena alta y clara". El presidente del IPCC ha resaltado que su grupo elabora informes científicos "claves" que luego son aprobados "palabra por palabra" por todos los Gobiernos, y que la entrega del Nobel reconoce las amenazas a la seguridad humana derivadas del cambio climático y la necesidad de desarrollar medidas efectivas y racionales.
Entre los posibles efectos del calentamiento global, que afectan sobre todo a países pobres y áreas como el Ártico o África, ha nombrado el acceso a la comida y al agua potable, la estabilidad de las condiciones sanitarias, el impacto sobre los ecosistemas y la seguridad de los asentamientos humanos, que provocan movimientos importantes de población, una "fuente crítica de conflicto potencial".
Pachauri ha sostenido que la amenaza climática puede ser "limitada" con medidas para adaptarse a las nuevas realidades y una estricta reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Mantener el actual nivel de concentración de partículas de dióxido de carbono costaría apenas cerca del 3% del Producto Interior Bruto mundial de aquí a 2030, ha recordado.
La ceremonia del Nobel de la Paz ha contado con la presencia de la familia real noruega y un millar de invitados, entre ellos el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, invitado por Pachauri, quien estuvo en Valencia el pasado mes de noviembre en la vigésimo séptima reunión del panel de expertos de la ONU.
El Nobel de la Paz, dotado como el resto con 10 millones de coronas suecas (1,1 millones de euros ó 1,5 millones de dólares), es el único que se falla y otorga en Oslo, por voluntad expresa de su creador, Alfred Nobel; los otros cinco se han entregado hoy en una ceremonia en el Konserthuset de Estocolmo.
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