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Reportaje:

La formación de un iceberg

El satélite europeo Envisat sigue desde el cielo cómo se desgaja una montaña de hielo en la Antártida

El ciclo natural del hielo antártico provoca cada año la formación de icebergs de diverso tamaño. Pero cada cinco o 10 años, un gran glaciar se desgaja en uno de los fenómenos más espectaculares de la naturaleza. El satélite Envisat, de la Agencia Espacial Europea (ESA, en sus siglas en inglés), ha seguido este proceso en el glaciar Pine Island, del que se acaba de separar un iceberg de 34 kilómetros de largo por 20 kilómetros de ancho.

Las imágenes del Envisat muestran la formación del iceberg desde septiembre de 2006: el glaciar de Pine Island es visible a la derecha de las imágenes y la lengua del glaciar se va moviendo hasta marzo de 2007. Entre abril y mayo, el iceberg ya desgajado se desplaza frente al glaciar; en este mes ya se distingue otro trozo de hielo que se separa de Pine Island. En el mes de octubre, se observa como el nuevo iceberg está completamente formado.

La ESA explica que la formación de los icebergs puede elevar el nivel de las aguas mundiales, pero el nacimiento de este, en concreto, no provocará ese efecto, puesto que el glaciar Pine Island ya estaba flotando en el mar.

Pine Island, de hecho, es el mayor glaciar de la Capa de Hielo Occidental de la Antártica (WAIS), con unos 2.500 metros de grosor. Se asienta sobre un lecho de rocas situado a más de 1.500 metros por debajo del nivel del mar y representa el 10 por ciento de la WAIS. Tiene un gran interés para los científicos, porque >i>traslada el hielo desde el interior de esa zona hasta el océano, a una velocidad que se ha ido incrementado en los últimos 15 años: según un estudio del Servicio Antártico Británico y la Universidad de Londres basado en los datos de la Agencia Espacial Europea, 31 kilómetros cúbicos de hielo pasaron del interior de la WAIS al mar entre 1992 y 2001.

El adelgazamiento del hielo ha provocado que el glaciar se retire cinco kilómetros hacia el interior, apoyando la hipótesis de que los pequeños cambios que sufre la costa de la Antártica, a causa, entre otras, del cambio climático, se transmiten con rapidez al interior del continente y aceleran el incremento del nivel del mar.

La ESA señala, con todo, que el iceberg estudiado no supone un cambio fundamental en la WAIS: dado que en los últimos 15 años el glaciar había avanzado a través del mar a unos tres kilómetros por año, la pérdida de una franja de 20 kilómetros de hielo sólo ha devuelto a Pine Island al lugar que ocupaba en 2001, cuando se formó su último gran iceberg.

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