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Los cetáceos sufren cada vez más las consecuencias del cambio climático

El aumento de las temperaturas contribuye a destruir los hábitats polares de las ballenas, según un informe de WWF.

Los cetáceos sufren cada vez más el impacto del cambio climático, tanto por la alteración de las temperaturas del mar como por el aumento de su nivel, debido al deshielo y al aumento de las lluvias, según ha advertido este lunes el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

Esos mismos factores causan la destrucción de los hábitats polares de los cetáceos y de la población de krill, un pequeño crustáceo que es su principal alimento en esas zonas del planeta, según un informe de esa organización, redactado en colaboración con la Sociedad para la Conservación de Ballenas y Delfines (SCBD),

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El efecto del calentamiento global se suma, según el WWF, al de otras actividades humanas, principalmente las que provocan contaminación química y acústica, que afectan al equilibrio de ballenas, delfines y marsopas. Añade que sólo la pesca industrial causa la muerte de mil cetáceos al día por el uso excesivo de redes.

El director internacional de ciencia de la SCBD, Mark Simmonds, ha señalado que aunque los cetáceos tienen capacidad de adaptación, "los cambios en el clima se están produciendo a tal velocidad que no está claro en qué medida esos animales vayan a poder ajustarse".

En el futuro más inmediato, las especies más amenazadas serán las que habitan en áreas polares y que dependen de sus aguas heladas, ya que son su hábitat natural y su principal fuente de alimentos, señala el informe, divulgado con ocasión de la 59 reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que se celebrará en Alaska (EEUU) del 28 al 31 de mayo.

Así, los cetáceos del Ártico y la Antártida, donde el impacto del cambio climático y la reducción de la capa de hielo son más acelerados, son los que sufrirán los efectos de ese fenómeno de manera más acusada, según el estudio.

El WWF prevé que la situación será aún peor a medida que el deshielo progrese y exponga áreas que han permanecido hasta ahora intactas a actividades militares y económicas, principalmente la pesca y la exploración petrolera, de gas y minera.

"Ello resultará en un mayor riesgo de derrames de petróleo y sustancias químicas, en una alteración acústica más grave y en más riesgos de colisión entre ballenas y embarcaciones", ha indicado por su parte la principal autora del informe, Wendy Elliott.

Otras consecuencias del cambio climático que ya se pueden predecir son la disminución del espacio habitable de ciertas especies de cetáceos, como los delfines de río, que no pueden desplazarse a aguas más frías, y la acidificación de los océanos por las crecientes cantidades de dióxido de carbono que deben absorber.

Todo ello aumentará la susceptibilidad de los cetáceos a las enfermedades, reducirá su tasa de reproducción y, en suma, los hará más frágiles, con la consecuente disminución de su esperanza de vida, explica el informe.

Ante esos pronósticos, el WWF y la SCBD urgieron a los gobiernos a disminuir sus emisiones de dióxido de carbono en, al menos, un 50 por ciento para mediados de este siglo.

El último informe del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC), presentado a principios de mes en Bangkok, señalaba que sería posible detener el calentamiento del planeta si las emisiones mundiales empezaran a declinar antes de 2015.

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