Un gimnasio en la mesa de trabajo

Un grupo de expertos en la lucha contra la obesidad ha diseñado una máquina para luchar contra los kilos, poner fin a la vida sedentaria y acabar con la excusa de la falta de tiempo para hacer ejercicio. Se trata de una mesa de trabajo tradicional, a la que se incorpora una cinta de correr similar a la de los gimnasios. Según un estudio sobre el invento, publicado hoy por la revista British Journal of Sports Medicine, sus resultados son milagrosos: caminar mientras se trabaja puede ayudar a las personas con sobrepeso a perder hasta 30 kilos en un año.

Un equipo dirigido por el científico británico James Levine, de la Clínica Mayo en Minnesota (EE UU), analiza la energía utilizada en estas mesas-gimnasio en comparación con la gastada por 15 personas -14 hombres y una mujer- con problemas de obesidad sentadas en escritorios tradicionales.

Ninguna de las personas que participaron en el experimento hacía ejercicio regularmente. Los científicos compararon el gasto energético consumido cuando las personas caminaban y trabajaban 35 minutos de cada hora con el utilizado en un puesto de trabajo convencional.

Es "fácil de usar"

La energía media consumida cada hora era de 191 calorías cuando se caminaba y se trabajaba a la vez, más del doble de las 72 calorías utilizadas cuando los trabajadores permanecían sentados. Porque, además del gasto energético de estar trabajando, caminaban el equivalente a un kilómetro y medio por hora.

Los autores del estudio calculan que si los empleados obesos utilizaran ese nuevo tipo de despacho un par de horas al día, podrían incrementar su gasto energético en unas 100 calorías cada hora, lo que supone perder entre 19 y 31 kilos en un año. Levine asegura al diario británico The Daily Telegraph que los participantes destacaron que el equipamiento para llevar a cabo ejercicio físico durante la jornada laboral era "fácil de usar" y les permitía trabajar con normalidad.

Por su parte, John Brewer, director de la Academia de Ciencias del Deporte Lucozade, asegura a la BBc que esta mesa-gimnasio tiene la ventaja de ser menos aburrida que la cinta tradicional, ya que combinas el ejercicio con una actividad más interesante. El novedoso terminal de trabajo, que está pensado para usarlo entre dos y tres horas al día, incluye un ordenador, el teclado, el ratón y la cinta. Además, tiene ruedas, lo que lo hace fácil de transportar. Cuesta 1.000 libras, unos 1.450 euros.