La Policía y grupos radicales reprimen la primera manifestación del 'orgullo gay' en Moscú
El alcalde de la capital rusa había prohibido la protesta
Grupos radicales y policías antidisturbios han dispersado hoy una manifestación no autorizada de homosexuales rusos en Moscú, que pretendían reivindicar sus derechos y denunciar la homofobia y la discriminación. Al grito de "¡Moscú no es Sodoma!", un centenar de extremistas se ha lanzado contra un grupo de homosexuales que, en un acto de repulsa a la intolerancia, intentaba colocar flores en la Tumba del Soldado Desconocido junto a la muralla del Kremlin.
La policía, que hoy ha acordonado literalmente el centro de la capital rusa y ha bloqueado los accesos a la plaza Lubianka, la plaza Roja y el jardín de Alejandro, donde se encuentra la tumba, ha puesto fin a los enfrentamientos y ha desalojado de la zona a los extremistas. Al mismo tiempo, los agentes han detenido a varios homosexuales, entre ellos Nikolai Alexéyev, el organizador de las manifestaciones de protesta que fueron prohibidas por el alcalde de la ciudad, Yuri Luzhkov, y por un tribunal de Moscú.
En otra zona del centro urbano, en el bulevar Petróvski, las unidades antidisturbios han cargado contra otro grupo de homosexuales y ha arrestado a unos 50 manifestantes, según el diario digital Gazeta.ru. La policía también ha dado cuenta de la detención en el bulevar Chistoprúdni de unos 25 jóvenes neonazis que se proponían atacar a los participantes de las marchas homosexuales.
Amenazas por Internet
El propósito de los organizadores era celebrar el primer desfile del "orgullo gay" de la historia de Rusia, aunque no como una celebración carnavalesca, como en Occidente, sino en defensa de los derechos de la comunidad homosexual. Sin embargo, las amenazas de ataques extremistas, que inundaron Internet, y las advertencias de las autoridades, que movilizaron a 1.700 policías y agentes antidisturbios, los obligaron a cambiar de planes.
Según habían anunciado los organizadores en una rueda de prensa previa, habían decidido limitarse a colocar flores en el jardín de Alejandro y a celebrar un mitin frente al Ayuntamiento, pero finalmente la policía y los radicales han logrado frustrar todos sus planes.
El alcalde Luzhkov había prohibido el acto, arguemntando que los habitantes de la capital rusa rechazan las manifestaciones públicas de los homosexuales y un tribunal apoyó ayer su decisión, aunque con la excusa de que no podrán cortar el tráfico rodado en la ciudad ni garantizar la seguridad de la comunidad gay.
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