Un enfermero, acusado de la muerte de 29 personas en un hospital del sur de Alemania

Un enfermero alemán de 26 años, cuyo nombre no ha trascendido, ha sido procesado hoy por ser el presunto responsable de la muerte de 29 personas en un hospital de la región de Baviera, al sur de Alemania, a las que administró una mezcla letal de sedantes, anestésicos y relajantes musculares. El sanitario alega que pretendía "evitar el sufrimiento" de los pacientes. No obstante, las autopsias han revelado que sólo uno se encontraba en estado terminal y que muchos de ellos ni siquiera tenían nada grave. En el caso de que sea declarado culpable, podría enfrentarse a cadena perpetua.

Las muertes tuvieron lugar en hospital situado en la pequeña localidad de Sonthofen, entre marzo de 2003 y julio de 2004. Según la acusación, en total fallecieron 17 mujeres y 12 hombres con edades comprendidas entre 40 y 94 años. La mayoría de sus víctimas tenía más de 75 años, pero la policía asegura que entre ellos se encontraban dos mujeres en estado grave de 40 y 47 años.

En el momento de su arresto, en julio de 2004, el enfermero admitió su responsabilidad en alguna de las muertes alegando que su objetivo era evitar el dolor y el sufrimiento de los pacientes. No obstante, las autopsias han revelado que no todos los pacientes se encontraban en situación terminal, ni siquiera grave. Fuentes policiales aseguran que, para acabar con la vida de los pacientes, el enfermero les inyectó una mezcla letal del sedante midazolam, el anestésico etomidate y el relajante muscular lysthenon.

Otros dos pacientes con daños

El enfermero ha sido procesado con cargos de homicidio "por haberse arrogado la competencia de decidir sobre la vida y la muerte de los pacientes", destaca la acusación. También se enfrenta a cargos por dos casos de pacientes que han sufrido serios daños. Entre ellos, un soldado de 22 años al que inyectó una sustancia desconocida durante su hospitalización por un accidente. El soldado perdió la conciencia después de recibir la inyección, pero ya se encuentra bien y ha recibido el alta.

Además, el enfermero ha sido procesado por cuatro casos de robo, entre ellos la supuesta sustracción de un ordenador, un fax y otros dispositivos electrónicos de hospitales en Ludwigsburg, Kempten y Sonthofen. La policía detuvo al enfermero cuando investigaba denuncias por la desaparición de fármacos en hospitales, tras al comparar las muertes de los pacientes con las horas en las que se encontraba de servicio. Los investigadores encontraron viales usados de los fármacos en su apartamento.

Según la acusación, las autoridades policiales también están investigando a la persona responsable del control de los medicamentos en el hospital de Sonthofen para determinar su posible responsabilidad en la desaparición.