La extraña fiebre porcina se cobra 31 vidas en China
Los científicos de Hong Kong plantean que pueda tratarse de una enfermedad nueva
Una fiebre hemorrágica de origen porcino detectada en los últimos días en China ha causado ya 31 muertos, según el último balance oficial facilitado por el Ministerio chino de Sanidad. El número de infectados asciende a 152, mientras los científicos continúan intentando identificar esta enfermedad rodeada de misterio. Aunque las autoridades chinas identificaron al Streptococcus suis como responsable de la enfermedad, una forma de la más comúnmente conocida fiebre porcina, los científicos se muestran perplejos por el inusualmente elevado número de muertes que se ha cobrado la fiebre.
Los infectados, en su mayoría campesinos, son todos residentes de la provincia sureña de Sichuan y habían sacrificado, comido o manipulado cerdos enfermos. Sus síntomas son vómitos, mareos y fatiga. De los 152 infectados, 27 se encuentran en situación "crítica" y se teme por su vida, según informa la agencia oficial china Xinhua, que añade que siete pacientes ya se han recuperado y han sido dados de alta en los hospitales de la zona. Los científicos han descartado que las 31 personas hayan fallecido por la gripe aviar, una enfermedad transmitida por las aves que ha matado a más de 50 personas en Asia desde finales de 2003.
Sin embargo, fuera de China, los expertos médicos plantean que pueda tratarse de una nueva enfermedad. El índice de mortalidad es del 20% y muchas de las víctimas mortales murieron al día de presentar síntomas, lo que no se corresponde con las características habituales de la fiebre porcina. "No tiene por qué tratarse de Streptococcus suis porque su presentación es muy atípica", ha explicado a Reuters Samson Wong, de la Universidad de Hong Kong.
Un mensaje tranquilizador
Las autoridades de China, primer productor y consumidor mundial de carne de cerdo, han multiplicado sus esfuerzos para intentar tranquilizar a la población ante una enfermedad cuya tasa de mortalidad es muy elevada y que, por el momento, no tiene ningún tratamiento eficaz. No obstante, un responsable del Ministerio de Agricultura chino ha señalado al diario China Daily que el país cuenta con "la tecnología y los procedimientos para controlar la enfermedad". En este sentido, las autoridades sanitarias aseguran que el tratamiento con antibióticos está siendo efectivo en muchos de los casos, y ya se preparan los envíos de vacunas para hacer frente a la posible epidemia.
A pesar de todo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado que la enfermedad parece estar muy localizada en la provincia de Sichuan y que no supone ningún riesgo internacional. La organización ha felicitado a China por dar una respuesta "apropiada y a tiempo", ofreciendo una información "completa y abierta" desde el primer momento. Aunque es pronto para decir si la situación está o no bajo control, la OMS considera que hay motivos suficientes para confiar en un rápido control tras la identificación de la bacteria causante.
El portavoz regional de la OMS en Manila, Bob Dietz, ha indicado que el mayor motivo de preocupación es saber por qué ha enfermado tanta gente ya que, hasta ahora, el mayor brote, que se registró en 1998, había afectado a 25 personas en la provincia china de Jiangsu (este). A su juicio, además de la bacteria podría haber otros factores ambientales que están aumentando su virulencia, por lo que alentó a los expertos chinos a continuar investigando y efectuar nuevas pruebas de laboratorio. Mientras, China ha suspendido todas las exportaciones de cerdo y de otros productos cárnicos procedentes de la provincia afectada de Sichuan, en el suroeste del país.
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