La nueva ley educativa implantará pruebas de nivel no computables a los 10 y a los 14 años
El Gobierno aumentará las ayudas a los centros concertados comprometidos con los inmigrantes
El anteproyecto de la nueva Ley Orgánica de Educación (LOE)implantará dos pruebas de nivel que realizarán todos los alumnos a los 10 años (en 4º de Primaria) y a los 14 (en 2º de Secundaria). Se trata de un examen diagnóstico que no tendrá peso en la nota (no será computable) pero que servirá para evaluar el conocimiento de los estudiantes. Además, los únicos cursos que realizarán exámenes finales serán 4º de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria) y 1º y 2º de Bachillerato. La religión será evaluable, aunque las calificaciones de los alumnos no computarán, se introduce la enseñanza de otro idioma y de informática a partir de los 5 años y se obligará a repetir curso a partir de tres suspensos. La ministra, María Jesús San Segundo, ha presentado hoy el anteproyecto de ley a los consejeros autonómicos en la Conferencia Sectorial.
Éstas son las principales novedades del anteproyecto de la nueva ley de enseñanza no universitaria, que pretende homogeneizar y simplificar el sistema educativo español, para lo que sustituye a las anteriores LOGSE (1990), la LOPEG (1995) y la LOCE (2002), pero se mantiene la Orgánica de Derecho a la Educación (LODE), de 1985. Su objetivo principal es mejorar el éxito escolar. La ministra de Educación y Ciencia se ha reunido esta mañana con los consejeros autonómicos del ramo para la presentación de un anteproyecto que prima el refuerzo de la lectura, la escritura y las matemáticas como los ejes de la reforma.
Religión evaluable pero no computable
Una de las novedades que se han incluido en el texto del anteproyecto es el objetivo del Gobierno de premiar a través de un incremento de las subvenciones a los centros concertados que se muestren especialmente comprometidos con los inmigrantes y con alumnos con problemas de aprendizaje. La asignatura de Religión, que será de elección voluntaria por parte de los alumnos y de oferta obligatoria por los centros escolares, será evaluable pero su nota no contará a efectos de promoción de curso, obtención de becas, ni acceso a la universidad, según recoge el anteproyecto de la LOE. La enseñanza confesional se ajustará a lo establecido en los acuerdos entre el Estado y las distintas confesiones religiosas. Preguntada en la rueda de prensa, San Segundo no ha precisado si la religión se impartiría en horario lectivo.
La ministra de Educación ha explicado que la posibilidad de la creación de una alternativa para los estudiantes que no elijan la formación confesional será una cuestión que se determinará en desarrollos posteriores de la normativa puesto que se trata de una ley orgánica que no entra en detalle en estas cuestiones. Otra de las novedades es la mencionada práctica de "evaluaciones generales de diagnóstico" en cuarto de primaria (10 años) y segundo de ESO (14 años), aunque lo que se conocía como Prueba General de Bachillerato o reválida se elimina. San Segundo ha aclarado que estas pruebas son independientes de la evaluación continua de los alumnos y se ha comprometido a presentar anualmente los resultados en el Parlamento. Su finalidad es evaluar cómo funciona el sistema educativo en conjunto con el ánimo de corregir defectos y mejorarlo.
Acceso a la Universidad
El acceso a la Universidad se hará a través de una prueba homologada entre las universidades y los centros de Secundaria, y versará sobre los contenidos de segundo de Bachillerato. Entre otras novedades, establece la repetición de curso en Secundaria con el suspenso de cuatro o más asignaturas, mientras el centro escolar estudiará si pasan o no de curso los alumnos con tres materias suspendidas, puesto que hasta con dos suspensos el estudiante podra acceder al siguiente curso con programas de apoyo. Los alumnos sólo podrán repetir una vez en Primaria y dos en Secundaria, siempre con planes complementarios de refuerzo. Desde el primer año de Primaria, los alumnos con dificultades contarán con planes de refuerzo y apoyo; se pondrá énfasis en la escolarización temprana, las competencias básicas de lectura, escritura y matemáticas, las tutorías y la autonomía de los centros.
En el tránsito a Secundaria, al principio no se superarán en dos las asignaturas del último curso de Primaria. El último curso de Secundaria será "orientador y flexible", con asignaturas opcionales. El Bachillerato, de dos cursos, se organiza en tres modalidades (Artes, Ciencias y Tecnologías y Humanidades y Ciencias Sociales), cada una de las cuales podrá desdoblase en vías diversas. Quienes opten por Artes o Humanidades y Ciencias Sociales también estudiarán como asignatura común Ciencias para el Mundo Contemporáneo. Habrá otra nueva materia, Educación para la Ciudadanía, sobre valores de convivencia en las sociedades democráticas, en un curso de Primaria y dos de Secundaria. Además, se prevén pruebas de recuperación en último curso de ESO y en el Bachillerato. También se eliminan los "itinerarios" formativos que la Ley de Calidad había introducido en tercer y cuarto curso de la ESO.
Los alumnos de 15 años vivirán cuatro reformas
Un alumno que ahora tenga 15 años y que vaya a hacer Bachillerato el próximo curso, se verá probablemente afectado ya por la nueva LOE, con lo que habrá vivido en toda su vida escolar otras tres reformas educativas. Con este anteproyecto, son ya cuatro las reformas educativas desde 1990, aunque ninguna de las tres anteriores ha sustituido por completo a la anterior y no ha alterado sustancialmente la estructura original.
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