La Audiencia de Sevilla revoca varias sentencias y deniega a una madre la custodia de su hija

La Audiencia de Sevilla ha revocado su orden anterior de ingresar a una niña de 12 años en un centro de acogida como paso previo al regreso con su madre biológica, que pierde así sus posibilidades de recuperar a la menor pese a haber ganado todas las sentencias desde hace siete años. La madre, M.R.R., pidió a la Junta de Andalucía en 1997 que asumiese la tutela de la niña porque su compañero sentimental la maltrataba y la reclamó de nuevo cuando rompió con él y encontró trabajo fuera de Sevilla, pero entonces empezó una batalla judicial porque la niña había sido entregada en acogimiento a otra familia.

La Sección Sexta de la Audiencia revoca ahora en un auto su anterior decisión de ingresar a la niña en un centro de acogida como paso previo al reencuentro con su madre y acuerda que la menor "permanezca provisionalmente en compañía de sus padres acogedores", residentes en un pueblo de Sevilla. El auto dice que M.R.R. "podrá contactar con su hija siempre que las condiciones psíquicas de la menor lo permitan" de forma que ambas "puedan reanudar de forma progresiva sus contactos".

En dichos encuentros estará presente un miembro del equipo psicosocial, que "informará cada dos meses al juzgado de Familia sobre la oportunidad, conveniencia y frecuencia de las visitas de la madre". La revisión del caso se ha producido por orden del Tribunal Constitucional, que en junio de 2004 atendió un recurso de los padres acogedores y dijo a la Audiencia que, antes de pronunciarse, debía escuchar a la menor sobre sus deseos y tener en cuenta las "razones sobrevenidas" en su situación.

Un duro enfrentamiento entre dos jueces

Este caso fue objeto de un duro enfrentamiento entre el juez de Familia número 7 de Sevilla, Francisco Serrano, y la Sección Sexta de la Audiencia, que se denunciaron mutuamente ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por presuntas faltas de intromisión en la potestad de otro juez, presiones, retraso injustificado en la administración de Justicia y desconsideración hacia un compañero. El juez Serrano se negó a ejecutar las sucesivas órdenes de la Audiencia de ingresar a la niña en un centro de acogida, por entender que ello le causaría unas "perturbaciones que impedirían ejecutar lo resuelto, ya que no habría forma humana de hacer viable un acercamiento eficaz y paulatino".

Por ello acordó, en lugar del internamiento, unas visitas de la madre dos días al mes que están suspendidas desde julio de 2002 ante el informe negativo de los psicólogos. La madre biológica ha ganado las sucesivas sentencias sobre el caso, en las que la Sección Sexta ha alabado su "actuación ejemplar, llena de responsabilidad y madurez" puesto que fue "la primera consciente de los riesgos que el ambiente familiar, del que ella era la primera víctima, suponía para su hija".

"Fue precisamente una positiva actuación de la madre, de clara protección hacia el menor, lo que provocó la primera actuación de la administración", a juicio de la Audiencia, por lo que desde 2001 ordenó en sucesivas sentencias el reencuentro de ambas, que aún no se ha producido. En su último auto, la Audiencia dice simplemente que, tras haber escuchado a la niña, procede que permanezca "bajo la guarda provisional de sus padres acogedores" y que la madre podrá contactar con ella "siempre que las condiciones psíquicas de la menor lo permitan".