Un tribunal francés absuelve a una pareja que permitió a un amigo conducir borracho

Un tribunal francés ha absuelto a una pareja acusada de cometer un crimen por dejar a un amigo conducir borracho tras invitarle a cenar en su casa hace cuatro años. Esa noche, el conductor ebrio provocó un accidente en el que murieron él y otras cuatro personas.

De haber mediado condena, Jean-Sebastien y Angelique Fraisse hubieran pasado cinco años en prisión y su caso habría sentado un importante precedente legal en Francia. El juicio también levantó mucho morbo y expectación en el país ya que la acusada, Angelique Fraisse, lleva postrada en una silla de ruedas media vida porque, cuando tenía 16 años, fue atropellada por un automovilista ebrio.

La pareja construyó su defensa sobre el argumento de que fueron incapaces de persuadir a Frederic Colin, de 28 años, de montarse en el coche. Pese a sus advertencias, Colin abandonó la velada completamente borracho, cogió una autopista en sentido contrario y estampó su coche contra otro en el que viajaba una pareja con tres hijos. Todos murieron en el choque excepto uno de los pequeños.

Durante el juicio, el abogado que representa a la familia de las víctimas reclamó para la pareja un condena dura y ejemplarizante por no haber siquiera llamado a la policía para advertir de que su amigo iba ebrio al volante -los análisis posteriores revelaron que Colin conducía cinco veces por encima del límite máximo permitido de alcohol en sangre-. El tribunal de Nancy (norte de Francia) entendió que los acusados tenían que haber alertado a las autoridades pero el no hacerlo no lo interpretó como una conducta punitiva.

"Han sido absueltos", ha declarado el juez Bruno Zillig. "Hicieron todo lo que tuvieron en su mano para impedir los crímenes", ha proclamado.