El PSOE rechaza que el Congreso tramite tres iniciativas sobre permisos de paternidad

El pleno del Congreso ha rechazado esta tarde, con el voto en contra del PSOE y la abstención del PP y Esquerra Republicana, la toma en consideración de tres iniciativas para introducir un permiso de paternidad independiente del de la madre, que permita a los hombres con hijos recién nacidos ayudar en su crianza y cuya duración alcanzaba en alguna de las propuestas hasta diez semanas. Los socialistas entienden que las propuestas de ley, presentadas por CiU, Izquierda Verde (IU-ICV) y Grupo Mixto, son "insufientes" y sólo hacen referencia "a una parte muy pequeña del problema".

El fin ultimo de las tres iniciativas era el de potenciar la conciliación laboral y familiar. El voto negativo de los socialistas ha sido defendido por la diputada Isabel López i Chamosa, quien ha anunciado el compromiso de presentar para el próximo periodo de sesiones un proyecto de ley consensuado con agentes sociales y grupos políticos que contemple en toda su amplitud el tema de la conciliación laboral y familiar y no sólo el permiso de paternidad. Según esta portavoz, el grupo socialista comparte el objetivo de las iniciativas rechazadas pero no su fórmula ni el momento. También han asegurado no compartir el momento Esquerra Republicana y el Grupo Popular.

Este último ha justificado su abstención en el mantenimiento de su coherencia y la defensa del equilibrio presupuestario, al tiempo que Esquerra Republicana ha aludido a la necesidad de que se produzca primero un diálogo social. En el turno de defensa de las iniciativas, la diputada de CIU Mercé Pigem ha considerado que se trataba de un tema político de "primera magnitud", ya que la conciliación de la vida familiar y laboral se ha hecho a costa de la vida personal y profesional de la mujer y de su salud. Pigem ha aportado diferentes estudios que constatan que la contratación laboral ya no es un problema de discriminación por sexos, sino por maternidad.

Por un efectivo reparto de cargas

El grupo catalán pedía regular el permiso en casos de nacimiento, acogimiento y adopción, con lo que se incluía un elemento de "discriminación positiva hacia los padres a efectos de permitirles la posibilidad de disfrutar de un cierto periodo de descanso", con independencia de si la madre se reserva todo ese tiempo o lo comparte con el padre. Por tal motivo, pedía aumentar el periodo en cuatro semanas -de 16 a 20-, estableciéndose que las cuatro últimas semanas podrían ser únicamente tomadas por el padre y, si las rechaza, se perderían. En su iniciativa, CiU quería incrementar el periodo de descanso de dos a cuatro semanas más por cada hijo a partir del segundo en los casos de parto, adopción o acogimiento múltiple "para dar una respuesta más adecuada a las dificultades con las que se encuentran los padres" en esos supuestos.

El grupo Izquierda Verde, que ha presentado otra de las iniciativas, ha coincidido con los argumentos de CIU y su diputada Mari Carmen García Suárez ha defendido que no se podía espera más tiempo para dar solución al problema. La propuesta de Izquierda Verde abogaba por modificar la ley de conciliación de la vida familiar y laboral, dado que su desarrollo reglamentario es "insuficiente" para potenciar el efectivo reparto de cargas en el cuidado de los hijos. A su juicio, el derecho a la baja por maternidad y paternidad compartida "ofrece un recurso, pero no supone una acción positiva para la incorporación de los hombres a las responsabilidades familiares, puesto que obliga a las parejas a escoger cuál de sus miembros se acogerá a ese derecho".

Finalmente, Olaya Fernández, portavoz que ha defendido la propuesta del Grupo Mixto, se ha referido al hecho de que la incorporación de la mujer al trabajo no se haya reflejado en el hogar y la mentalidad "prejuiciosa" empresarial. La proposición del Grupo Mixto, a instancias del BNG, pedía extender la duración del permiso de maternidad, instaurar permisos independientes de paternidad y una larga serie de modificaciones de la ley de conciliación de la vida familiar y laboral. Así, propugnaba un permiso de maternidad de 30 semanas, ampliables en tres semanas en caso de parto múltiple, mientras que la suspensión por paternidad tendría una duración de diez semanas ininterrumpidas posteriores al parto.