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El Papa predica en Lourdes contra el aborto, la eutanasia y la manipulación genética

El Pontífice recuerda que la "misión particular" de la mujer es respetar la vida "desde la concepción hasta su término natural"

Juan Pablo II, de visita al santuario de Lourdes (suroeste de Francia), ha recordado hoy la "misión particular" de las mujeres del mundo de respetar la vida, en un mensaje claro contra el aborto, la eutanasia o cualquier clase de manipulación genética. "A vosotras hermanas os pido de manera urgente que hagáis todo lo posible para que la vida, cualquier vida, se respete desde la concepción hasta su término natural", ha pedido el Papa, que ha tenido serias dificultades para terminar su homilía.

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El Papa, que ha celebrado la misa acompañado por cardenales, obispos y sacerdotes del mundo entero y ante una multitud impresionante de cerca de 300.000 personas según cálculos provisionales, ha mostrado una vez más su oposición al "feminismo radical" que ya fue motivo de una carta dirigida a los obispos de la Iglesia católica hace 15 días. Además, el Vaticano ha reiterado su condena a la clonación de embriones después de que el Gobierno británico autorizara la clonación terapéutica el pasado miércoles.

"Vosotras, mujeres, debéis ser las centinelas de lo Invisible (...) La vida es un don sagrado del que nadie es dueño", ha dicho el Papa, intentando dar a su voz la fuerza y claridad necesarias. Sus palabras han provocado los aplausos y vítores de la multitud, que contenía la respiración cada vez que Juan Pablo II interrumpía su discurso para recuperar el aliento o beber agua.

El Papa ha recordado que la Virgen es un ejemplo de "criatura perfectamente libre", que se entregó por entero y "nunca cedió ante el pecado" y con la que se puede contar para "caminar por los senderos de la total realización de la Humanidad".

Esta es la segunda vez que el Papa, fervoroso devoto mariano, visita Lourdes, donde, según la tradición, la Virgen María se apareció a una joven en 1858, y su octavo viaje a Francia. Su visita coincide además con el 150 aniversario de la proclamación del polémico dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen.

Karol Wojtyla se dirige con gesto serio a sus fieles.
Karol Wojtyla se dirige con gesto serio a sus fieles.EFE

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