'Ley Seca' para los aborígenes de Australia
El Gobierno de Queensland, en el norte de Australia, prohíbe la venta y posesión de alcohol en las zonas con mayor población indígena
El Gobierno del Estado de Queensland, en el norte de Australia, ha prohibido la venta y posesión de alcohol en varias zonas de aborígenes para reducir los problemas sociales y de salud que causa su consumo entre los indígenas. Aunque su objetivo es proteger a los aborígenes, entre los que se registra un alto nivel de adicción al alcohol, la legislación afecta a todos los habitantes. Queensland cuenta ya con 17 "zonas libres de alcohol" y las últimas cinco se han incorporado hoy.
El consumo de bebidas alcohólicas y de otras drogas es mucho más alto entre los indígenas -un 2,2% de los 18.769.249 australianos- que entre el resto de los australianos, según cifras del Servicio de Salud de los Aborígenes y los Isleños del Estrecho de Torres. Por ejemplo, un estudio realizado este año por la misma agencia revela que de las 384 mujeres estudiadas, 109 bebían alcohol durante el embarazo y de ellas un 29% era alcohólica. Éste es uno de los factores que hacen que la esperanza de vida de los aborígenes varones sea de 56 años y de las mujeres 63, mientras que entre los demás australianos es de 77 y 82 años, respectivamente, según cifras de la Comisión Aborigen y de los Isleños del Estrecho de Torres (ATSIC, siglas en inglés).
La mortalidad infantil en las comunidades aborígenes asciende al 10,6 por cada 1.000 nacimientos, el doble que entre los demás australianos (5,3 por cada mil nacimientos). Los estudios destacan que los problemas sociales son también mucho más evidentes entre las comunidades aborígenes, donde el índice de desempleo rondaba el 23% en febrero de 2001, por encima del 7,4% registrado entre el resto de la población.
Multas de hasta 300 dólares
Asimismo, las mujeres y los niños aborígenes son 45 veces más susceptibles a sufrir malos tratos domésticos y ocho veces más susceptibles de convertirse en víctimas de homicidio o asesinato. En muchas comunidades aborígenes son los propios miembros los que han decidido vigilar que la nueva legislación sobre el alcohol es respetada.
Sin embargo, miembros de la comunidad Mapoon, en el Cabo de York, encabezados por el Grupo Aborigen Mapoon para la Justicia, han anunciado que recurrirán a los juzgados los castigos que recoge la nueva legislación, por considerar injusto que se impongan multas de hasta 300 dólares a personas que viven con unos 150 dólares semanales. Varios residentes de Mapoon han advertido que incumplirán la normativa, pero gobernador de Queensland, el laborista Peter Beattie, ha señalado que las nuevas leyes serán estrictamente aplicadas.
"Las consecuencias sociales de este problema son devastadoras, no sólo para las comunidades indígenas, dado que cuestan miles de millones de dólares a los australianos", ha indicado Beattie. La aplicación de restricciones sobre venta y posesión de alcohol en el Golfo de Carpentaria el pasado diciembre provocó una serie de altercados que se saldaron con 15 personas detenidas.
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