El 22% de las mujeres españolas mantiene relaciones sexuales sin protección

El preservativo y la píldora siguen siendo los anticonceptivos más usados en España, pero todavía hay un 22,5% de mujeres sin pareja habitual que mantienen relaciones sexuales sin utilizar método alguno que las proteja de un embarazo no deseado. Este es uno de los datos que arroja el Primer Estudio Sociológico de la Anticoncepción en el Siglo XXI, realizado a partir de una encuesta del instituto Gallup a cerca de 2.000 personas de entre 14 y 40 años.

El estudio revela que el anticonceptivo más popular es el preservativo -en un 50,4% de los casos, porcentaje que se eleva hasta un 90% entre los jóvenes-, a una distancia considerable de la píldora -un 22,4% de mujeres confiesan tomarla, aunque sólo un 3% recurrieron a ella en sus primeras relaciones-. Un escaso 3,1% utilizan otros métodos como el DIU, la esterilización o el anillo mensual. Lo preocupante es que un 8,5% tuvo sus primeras relaciones sin contar con ningún método de protección.

El 67% de los jóvenes que no se protegieron dicen que el encuentro sexual fue espontáneo, sin que lo tuvieran previsto; el 8% no lo creyó necesario o se olvidó; un 3,5% delegó la responsabilidad en su pareja femenina y el 2% manifestó que lo hizo bajo los efectos del alcohol. Las principales quejas de los encuestados hacia el preservativo y la píldora, fueron en el primer caso que se rompe y en el segundo que se olvida.

En este punto, los especialistas en anticoncepción reunidos en la presentación de este estudio en Madrid han reconocido que existe una utilización incorrecta de estos métodos. Además, la psicóloga Teresa Vaquero, especialista en terapia sexual y de pareja, ha recordado que muchos jóvenes rechazan el condón porque consideran que rompe la espontaneidad. Motivo de esta costumbre es otro de los datos que arroja el estudio: el 91,5% de las mujeres entrevistadas que tuvieron relaciones sexuales sin protección no tenían intención de quedarse embarazadas, sobre todo las mujeres menores de 26 años o las que a pesar de tener una relación estable no viven en pareja.

El presidente de la Asociación Española de Contracepción, José Luis Doval, ha explicado que la industria farmacéutica ofrece hoy muchos métodos fáciles y seguros, pero ha subrayado que "hace falta más educación sexual, un mejor acceso a los métodos existentes y facilitar la compra entre los más jóvenes". Precisamente son los jóvenes los que reclaman mayor información sobre otros métodos alternativos, según este estudio. Así, este colectivo desea saber más acerca del diu hormonal, el implante hormonal, el parche transdérmico semanal y el anillo mensual, que tienen la ventaja sobre la píldora, además de una menor dosis de hormonas, en que no es necesaria una disciplina diaria para tomarla y no olvidarse.

Acerca de la anticoncepción en los hombres, José Luis Doval ha destacado que en cuatro años habrá métodos hormonales que impidan la procreación, sin efectos secundarios, pero ha subrayado que todos los estudios indican que las mujeres sólo se fiarán si quien lo utiliza es su pareja estable. "Hay dos laboratorios que han apostado por esta línea pero no se sabe si los hombres estarían dispuestos a utilizarlos y lo que es más importante si las mujeres se fiarían de esta toma", ha dicho.

A favor del cuarto supuesto del aborto

Los expertos han comentado también que a pesar de que los jóvenes dicen conocer los metodos anticonceptivos, el número de abortos en España se sitúa en 8,46 por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años. Por ello, Duval ha defendido la propuesta socialista de legalizar el cuarto supuesto, el social, y ha dicho que un 97% de las mujeres interrumpen su embarazo por esta razón, aunque ha hecho hincapié en que, si no se introduce como prestación sanitaria, la efectividad quedará como ahora, en que "puede abortar libremente quien tiene dinero".

Más cauto se ha mostrado el jefe del servicio de Ginecología del Hospital Apóstol de Vitoria, Iñaki Lete, quien ha considerado que antes de la aprobación del cuarto supuesto hay que mejorar la educación sexual que se les da a los jóvenes y la información sobre el uso de los anticonceptivos.