La sonda 'Voyager 1' alcanza las fronteras del Sistema Solar

La sonda norteamericana Voyager 1, lanzada el 5 de septiembre de 1977, alcanzó ayer miércoles los límites helados del Sistema Solar, donde encontró una masiva onda de choque, según han indicado científicos estadounidenses. La Voyager se convierte en el primer ingenio humano que llega a las fronteras de nuestro sistema planetario y sigue enviando información.

Las primeras evidencias llegaron en agosto, cuando los instrumentos de la nave detectaron que ésta había entrado en un nuevo entorno, cargado de rayos cósmicos y con características diferentes al espacio explorado en los 26 años de viaje previos. La sonda, de unos 725 kilos de peso, se aleja de nuestro planeta a razón de 63.000 kilómetros por hora y se encuentra ya 12.000 kilómetros de la Tierra, 90 veces la distancia que nos separa del Sol.

"Cuando se lanzaron las misiones Voyager en 1977, nunca hubiéramos pensado que instrumentos desarrollados hace más de 30 años podrían un día explorar los confines del Sistema Solar", ha afirmado Louis Lanzerotti, experto en vientos solares y uno de los responsables de la puesta a punto de las sondas.

La Voyager 1 es la sonda más distante de nuestro planeta y sigue transmitiendo información desde una región donde la influencia del Sol alcanza sus límites. En esta zona, las partículas eléctricas proyectadas por el Sol, mejor conocidas como viento solar, se encuentran con gas y polvo onizados del espacio intersideral, provocando la aparición de ondas e choque.

Los investigadores han constatado que la región de esta onda de choque parecía en expansión, lo cual corresponde a un recrudecimiento de las erupciones solares. Este descubrimiento permite, a su juicio, postular que la heliosfera es una entidad dinámica, que conoce una expansión y una contracción en función del propio ciclo de actividad solar, cuya duración es de 11 años.