Holanda condena a un médico que practicó una eutanasia por "cansancio de vivir"
El Tribunal establece que sólo una enfermedad diagnosticada puede ser considerada motivo para ayudar a morir a una persona
El Tribunal Supremo holandés estima que "el cansancio de vivir" no es causa para practicar la eutanasia. Así lo ha confirmado hoy al condenar a un médico que ayudó a morir a un anciano senador holandés de 86 años al que no se había diagnosticado ninguna enfermedad, pero que se declaraba "cansado de vivir".
En su decisión, los magistrados del Supremo holandés estiman que el médico, Philip Sutorius, es culpable de administrar al senador Edward Brongersma un cóctel letal que le causó la muerte en 1998. El anciano había solicitado a su médico que le ayudara a morir puesto que, pese a no padecer ninguna enfermedad letal diagnosticada, estaba "cansado de vivir". El Tribunal entiende que Sutorius ha infringido los estrictos límites legales que permiten la eutanasia en Holanda, por lo que le acusa de suicidio asistido.
Holanda fue el primer país del mundo en legalizar la eutanasia, en virtud de una ley que entró en vigor el pasado mes de abril. Según esta ley, la eutanasia está permitida siempre que se den una serie de requisitos. Así, estipula que el paciente debe hacer una petición clara de eutanasia y debe padecer una enfermedad que le produzca "sufrimientos insoportables" y que no tenga esperanza de curación o mejora.
El caso de Brongersma ha levantado un gran interés en Holanda, que debatía si el "cansancio de vivir" puede ser considerado como un "sufrimiento insoportable". Con su decisión, los jueces han dado preponderancia a la postura del Ministerio de Justicia, que entiende que sólo pueden ser considerados "sufrimientos insoportables" las enfermedades diagnosticadas por los médicos.
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