Las familias exigen a Sanidad un Plan Nacional contra el Alzheimer

Las cifras oficiales hablan de 500.000 enfermos de Alzheimer en España, aunque se teme que haya otros 300.000 sin diagnosticar. En medio de estos escalofriantes números, las familias que cuidan a estas personas enfermas reclaman a la Administración el Plan Nacional contra la enfermedad que Sanidad prometió para esta legislatura. El en Día Mundial contra el Alzheimer, la ministra Ana Pastor, sin embargo, no ha lanzado compromiso en este sentido.

La ministra de Sanidad y Consumo se ha limitado por el momento a elogiar "el esfuerzo y la dedicación" de las familias de los enfermos y ha mostrado su solidaridad con los afectados. Pastor, en cambio, sí ha señalado que "hay que seguir avanzando porque las necesidades de estos enfermos son muchas".

El alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que supone la tercera causa de mortalidad de nuestros mayores. Los expertos calculan que para el 2025 el número de personas afectadas por esta dolencia ascendrá a 1.200.000. Por eso, las familias que se ven obligadas a dedicarse por completo a este tipo de enfermos reclaman al Gobierno un Plan Nacional para la enfermedad, ya que se ven desbordados por la falta de apoyo institucional. Sanidad anunció, con su anterior ministra Villalobos, un Plan Nacional que todavía no se ha desarrollado.

Mientras, los expertos alertan a la población acerca de la importancia de la detección precoz de la enfermedad, que ayuda a conseguir una mayor calidad de vida para el enfermo y preparar a la familia.

Actualmente, los tests neuropsicológicos permiten distinguir claramente entre los fallos de memoria relacionados con la vejez o con la demencia incipiente. Para los médicos, el conocimiento de los síntomas por parte de los familiares resulta imprescindible para un tratamiento más eficaz de la enfermedad.

Los expertos también critican la marginación sociosanitaria que padecen sus enfermos, que en las situaciones más severas requieren una media de 79 horas de cuidados semanales y que sólo ingresan en los centros sanitarios aquejados de otras patologías.