La fiscalía pide la lapidación de la mujer hallada culpable de adulterio en Nigeria
AI ya ha anunciado que intensificará su presión y recogerá más firmas
El fiscal que actúa en el recurso presentado por la joven nigeriana Amina Lawal ha insistido hoy en que sea ejecutada. Lawal fue condenada a pena de muerte por lapidación este año por quedarse embarazada a pesar de estar divorciada. Las autoridades judiciales del tribunal islámico no se pronunciarán hasta el próximo día 19.
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) ya ha anunciado, al conocer la postura de la fiscalía, que intensificará la presión y recogerá nuevas firmas, según su portavoz en España Celia Zafra. El pasado viernes, AI envió 75.000 nuevas firmas a la embajada de Nigeria en España pidiendo que no se ejecute la condena a muerte por lapidación de Amina Lawal. En total ya han mandado más de medio millón de firmas, la mayoría conseguidas a través de su página web.
Lawal, de 30 años, fue condenada en marzo pasado a la pena capital tras ser hallada culpable de adulterio, según la "sharia" o ley islámica, que rige en doce de los dieciocho estados del norte nigeriano. Se la considera adúltera por quedarse embarazada después de divorciarse. La Fiscalía afirma que el veredicto emitido en primera instancia no tiene "fallos legales" y no contradice los postulados de la "sharia", tal como aseveran los abogados defensores, quienes se han manifestado "optimistas y confiados" en que la causa sea sobreseída.
Las autoridades judiciales del tribunal islámico de apelación de Funtua no se pronunciarán para ratificar o anular la sentencia hasta el próximo día 19, y han explicado que aunque la ratificasen no se ejecutaría hasta 2004.
Amina Lawal, que el pasado tres de junio fue puesta en libertad para que cuidara de su hija Wasila, es la segunda nigeriana condenada a muerte por lapidación por el cargo de adulterio desde que la "sharia" fue impuesta hace más de tres años en el norte de Nigeria.
Safiya Husaini, cuyo caso ha sido tomado como antecedente por los abogados de Amina, recurrió la sentencia y quedó en libertad, precisamente el mismo día en que esta última era condenada a morir lapidada.
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