Un juez obliga a reponer una antena que un alcalde retiró por considerarla ilegal

Técnicos contratados por Telefónica han reinstalado esta mañana la antena de telefonía móvil que el 31 de enero ordenó retirar el alcalde de La Escala, Josep María Guinart, de un edificio del centro, ante el cual se han concentrado numerosos vecinos en protesta porque la consideran peligrosa para la salud.

Un grupo de vecinos, encabezados por el alcalde, diversos concejales del equipo de gobierno y el jefe de la oposición, se han concentrado al lado de la enorme grúa con la que han trabajado esta mañana los técnicos para colocar la antena, que en enero desmontaron operarios municipales. Algunos de los concentrados han tenido que ser desalojados por los Mossos d'Esquadra, ya que trataban de impedir los trabajos de los técnicos.

A la campaña contra la antena se han sumado los padres y los profesores de la guardería municipal de La Escala, situada a unos 85 metros de la antena.

Sobrepasa los límites

Josep Maria Guinart ha explicado que esta misma mañana presentarán en los juzgados de Gerona el acta notarial que se ha levantado porque el Ayuntamiento considera que la antena instalada hoy sobrepasa las medidas permitidas por la ley.

Guinart ha afirmado, además, que el Ayuntamiento estudiará los resortes jurídicos existentes para impedir que Telefónica vuelva a dar actividad a esta antena de telefonía móvil porque sus radiaciones pueden afectar a los vecinos.

La antena se ha vuelto a instalar después de que en febrero la titular del juzgado contencioso administrativo número 1 de Gerona, tras una denuncia de Telefónica, dictara una provisión de medidas cautelares instando al Ayuntamiento de La Escala a reponer la antena y puso el día 5 de marzo como el primero para realizar estos trabajos.

Desilusión

Uno de sus portavoces ha mostrado su "desilusión" por la reinstalación de la estructura metálica y ha afirmado que "hoy es un día muy triste para los afectados y para la Justicia".

Guinart ordenó desmontar la antena seis días después de que los vecinos de la población, algunos de los cuales sólo viven a tres metros de esta antena, se quejaran de dolores de cabeza y mareos y presentaran en el ayuntamiento y en la Sindicatura Municipal de Greuges más de 400 firmas denunciando la presencia de la antena.

Informes municipales advertían además que la antena emitía niveles de radiaciones no ionizantes muy altos, aunque Telefónica asegurara que cumple con todos los requisitos legales y que disponía de permiso municipal desde 1995.