La Justicia brasileña reconoce a los enfermos de sida el derecho a recibir gratis la medicación

La sentencia, emitida ayer, ha resuelto la demanda de siete portadores del virus que decidieron ir a los tribunales contra la Gobernación del Estado de Río de Janeiro, que les entregaba gratuitamente sólo dos de los 12 medicamentos necesarios para atacar la plaga del siglo.

El fallo de primera instancia era favorable a los enfermos, por lo que el estado de Río de Janeiro decidió apelar ante el Superior Tribunal de Justicia, el penúltimo escalón del poder judicial, alegando una ley federal que obliga a distribuir gratuitamente sólo dos de esas medicinas, según una lista del Ministerio de Salud que data de 1996.

Según la sentencia del Superior Tribunal de Justicia, el Estado está obligado por Constitución a garantizar la salud de la población y esto incluye a los portadores de sida.

"Si la combinación de medicamentos, según las autoridades médicas que la prescribe, es lo mejor para el tratamiento de un paciente, no puede quedar limitada la distribución de esos medicamentos a la conveniencia de un ministerio", sostiene el fallo que recogió las recomendaciones del relator (figura que equivale al ponente de la sentencia en España) del caso, José Augusto Delgado.

"Usurpación del derecho a la salud"

Según el magistrado, una decisión distinta hubiese supuesto "una usurpación del derecho constitucional a la salud, con la complicidad del poder judicial".

El caso lleva años dos años en los tribunales y uno de los siete enfermos -cuyas identidades no han sido divulgadas- no ha podido conocer el desenlace, ya que falleció el año pasado enfermo de sida.

Aunque la sentencia aún puede ser apelada ante el Supremo Tribunal Federal, la máxima instancia judicial brasileña, fuentes de la Gobernación del estado de Río de Janeiro han explicado que acatarán el fallo, que puede sentar un precedente.

"La sentencia beneficia sólo a las siete personas que presentaron la demanda contra la Gobernación de Río de Janeiro, pero se trata de un precedente que podrá ser esgrimido con todo derecho por cualquier otro enfermo de sida", han señalado fuentes del Superior Tribunal de Justicia.

En favor de más de medio millón de enfermos

En la práctica, la decisión y la perseverancia de estas siete personas que acudieron a la Justicia terminará beneficiando a los 540.000 enfermos de sida que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que existen en Brasil. Esa cifra representa un 0,57% de la población del país, considerado un ejemplo mundial en la lucha contra el sida junto con Sudáfrica.

Brasil destina unos 300 millones de dólares (más de 59.000 millones de pesetas) al año a la fabricación, compra y distribución gratuita de medicinas y preservativos, a la financiación de exámenes y a la investigación sobre el sida. Fruto de ese esfuerzo, en las últimas dos décadas se ha reducido en un 50% la tasa de mortalidad a causa de la enfermedad en el país.

Los logros brasileños en el combate a un mal que, según la propia OMS, afecta a 36 millones de personas en todo el planeta, han sido reconocidos en la reciente conferencia de la ONU celebrada en Nueva York.

En esa conferencia, Brasil consiguió, además, el apoyo de casi todos los países asistentes a su propuesta para suavizar el tratado internacional de propiedad intelectual que protege las fórmulas de las medicinas usadas contra el sida con el fin de fabricar genéricos.

La noticia del fallo del Superior Tribunal de Justicia a favor de los siete enfermos ha coincidido con el anuncio de que el Ministerio de Salud ha registrado la versión genérica de uno de los 12 medicamentos necesarios para tratar el sida.

Se trata del Epivir, un antirretroviral que integra el llamado cóctel contra el sida. La caja con 60 comprimidos tiene en Brasil un precio de unos cien dólares (casi 20.000 pesetas), que gracias al fármaco genérico se reducirá en un 40%, según el Ministerio de Salud.