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SALUD | Pandemia

Kofi Annan inaugura la cumbre de la ONU contra el sida abogando por el respeto a los enfermos

El secretario general tiene como máximo objetivo la aprobación de un fondo de 1,8 billones de pesetas para luchar contra la enfermedad.- EE UU retirará la demanda contra Brasil por la producción de genéricos

"El sida no puede seguir llevando a cabo su misión de muerte en la sombra. El mundo tiene que despertar a la realidad", ha manifestado Annan durante su conferencia, en el primer día de la cumbre del sida y el VIH, el virus que lo causa.

El secretario general de la ONU ha avisado a las 180 delegaciones venidas de todo el mundo que todas las víctimas de la enfermedad, independientemente de su procedencia o de cómo la hayan contraído, deben ser tratadas de la misma forma, puesto que "son seres humanos, con derechos humanos y necesidades humanas".

Las naciones islámicas y otros países se han opuesto a la decisión de los países occidentales y sudamericanos de declarar a los homosexuales, las prostitutas, los drogadictos por vía intravenosa y los presos como grupos especialmente vulnerables ante el sida. Este aserto debería ser aprobado en la conferencia, pero estos países alegan que ofende su sensibilidad moral y religiosa.

"Cuando pedimos a los demás que cambien su comportamiento para protegerse frente a la infección, debemos estar preparados para cambiar también el nuestro en la plaza pública", ha declarado Annan.

"No podemos bregar con el sida haciendo juicios morales o negándonos a aceptar realidades desagradables, y menos aún estigmatizando a los enfermos, alegando que lo son por su culpa", ha añadido el mandatario.

36 millones de afectados

En todo el mundo hay 36 millones de afectados por el sida; sólo en 2000 5,3 millones de personas contrajeron la enfermedad. Desde junio de 1981, cuando se dio el primer caso, 22 millones de personas han muerto a causa de la epidemia.

Para tratar de frenar esta tragedia, la ONU ha propuesto la creación de un fondo de 9.200 millones de dólares (unos 1,8 billones de pesetas). En muchos países africanos, el virus ha retrasado más de un década el desarrollo económico, infectando a sus trabajadores más productivos. Y ahora la enfermedad se está extendiendo "a una velocidad terrorífica" por Europa del Este, Asia y el Caribe, según ha afirmado Annan.

Precisamente a cuenta del fondo contra el sida, los mayores ataques han ido para el secretario de estado de EE UU, Colin Powell, que ha rebajado la cifra prevista para su dotación hasta los 200 millones de dólares (menos de 40.000 millones de pesetas).

Powell, que intervendrá esta tarde, deberá apagar además los resquemores que han producido las declaraciones del director de la agencia estadounidense para el desarrollo internacional. Andrew Natsios afirmó hace unos días ante el Congreso y en la prensa de su país que los africanos no pueden administrar los medicamentos contra la enfermedad por que no tienen concepto del tiempo.

Africa, el continente en donde se están muriendo los dos tercios de los afectados por la pandemia, es decir 25,3 millones de personas, recibirá en principio la mitad de los fondos. Entre los 3.000 asistentes a la cumbre de la ONU, están seis presidentes de países que están entre los más afectados: Etiopía, Kenya, Nigeria, Botsuana, Lesoto y Suazilandia. En total hay 24 jefes de Estado. España está representada por la ministra de Sanidad, Celia Villalobos.

Acuerdo EE UU - Brasil

En el marco de esta cumbre, EE UU ha anunciado que retirará la demanda que interpuso en su día contra Brasil en la Organización Mundial de Comercio por la producción de medicamentos genéricos contra el sida.

La demanda fue interpuesta por la aplicación del artículo 68 de la ley de propiedad intelectual, que faculta a las empresas a utilizar las llamadas "licencias obligatorias". Estas licencias autorizan a las empresas a producir los medicamentos en el país donde quiera venderlos, lo que redunda en una rebaja de los precios.

Según el acuerdo, Estados Unidos retirará sus quejas de la OMC y Brasil, a cambio, avisará a los estadounidenses antes de evadir el pago de la patente de cualquier medicamento.

REUTERS

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