Muere a los 12 años Nkosi Johnson, símbolo de la lucha contra el sida en África
Cobró significación tras ser aceptado en una escuela primaria pese a la oposición de un grupo de padres, y fue consagrado como estandarte por Nelson Mandela
Así lo ha anunciado hoy su madre adoptiva, Gail Johnson, que se hizo cargo de él hace 10 años, después de que su madre, que murió de sida en 1997, le abandonase ante el rechazo de su familia por su enfermedad. Según amigos de la familia, Nkosi, que murió en su casa de Johanesburgo mientras dormía, pesaba menos de 10 kilos.
Nkosi se convirtió en la cara de la enfermedad en un país en el que la enfermedad está haciendo estragos. Se calcula que los cuatro millones de infectados que hay en la actualidad se convertirán en más de siete a lo largo de esta década. Sudáfrica tenía 40,5 millones de habitantes en su último censo, realizado en 1996.
Nkosi se consolidó como símbolo de la lucha contra la enfermedad al ser aceptado en la escuela primaria pese a la oposición de un grupo de padres. Como tal, transmitió el mensaje a favor del sexo seguro y de los tratamientos contra la enfermedad en un tiempo en el que el sucesor de Mandela, Thabo Mbeki, cuestionaba la relación entre el VIH y el sida y la validez de los fármacos contra la epidemia.
Además, Nkosi tuvo que luchar contra leyendas muy arraigadas en la sociedad sudafricana, como la de que se puede enfermar abrazando a un niño o bebe con sida. Más de 70.000 bebés naces con sida cada año en Sudáfrica, y casi ninguno se beneficia de los privilegios y la atención que ha recibido Nkosi.
"Que su vida y su ejemplo nos sirva para ser fuertes y resistir en nuestra lucha contra esta maldita enfermedad. Se ha ganado todo el honor, respeto y dignidad que le podamos conceder", manifestó Mandela en los meses finales de agonía de Nkosi.
Su última lucha pública tuvo lugar en la conferencia sobre el sida que se celebró en Durban el pasado año. Durante la apertura del ciclo, Nkosi realizó una llamada emocionante a la compasión por las víctimas de la enfermedad, a favor del sexo seguro y de tratamientos farmaceúticos como el AZT.
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