EE UU cierra sus fronteras a la carne europea tras la aparición de un foco de aftosa en Francia

Desde 1997 Estados Unidos tenía prohibida la importación de carne de vaca y ternera procedente de Francia y Gran Bretaña por temor a la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), conocida como enfermedad de las vacas locas.

En Estados Unidos no se han detectado casos de esta enfermedad -que es endémica en Asia- desde el primer cuarto del siglo XX.

El Ministerio francés de Agricultura anunció ayer por la mañana la detección del primer foco de fiebre aftosa que se registra en la Europa continental. Se trata de una explotación de bovinos situada en el departamento de Mayenne, en el noroeste del país.

Todos los animales enfermos y el resto del rebaño -114 cabezas en total- localizados en Francia fueron sacrificados durante todo el día de ayer.

Una explotación vecina al lugar donde ha sido detectado este caso importó ovejas procedentes de Reino Unido el pasado mes de febrero que dieron positivo en los análisis realizados para comprobar si tenían anticuerpos de la aftosa, añadió el Ministerio.

El ministro francés de Agricultura, Jean Glavany, ha expresado su temor a que surjan más focos, dado que el virus se propaga con mucha facilidad con el viento (puede fácilmente cruzar el Canal de la Mancha) y, además, Francia importó 20.000 corderos del Reino Unido el mes pasado.

"Al menos la mitad de éstos eran portadores del virus" de la aftosa, según los análisis efectuados a posteriori a los animales de la granja de Mayenne, ha precisado Glavany en declaraciones a la emisora France-Info.

La epizootia apareció en el Reino Unido el pasado 19 de febrero y el número de focos declarados en ese país supera ya los 180.

Fácil propagación

Los ovinos infectados en la otra granja de Mayenne, próxima a la donde se ha declarado el foco, fueron sacrificados el pasado día 27, lo que significa que hubo tiempo de sobra para que el virus se propagara a muchas explotaciones de ese departamento u otros.

Un total de 18 explotaciones en once departamentos, situados en diversas regiones de Francia, ya están en cuarentena desde hace días tras detectarse la presencia de anticuerpos de la aftosa en ovinos importados de Gran Bretaña.

La Prefectura de Mayenne, uno de los principales departamentos de producción bovina en Francia, ha puesto en marcha el plan de alerta contra la aftosa.

Los perímetros de protección sanitaria, de 3 kilómetros, y de vigilancia, de diez, ya estaban establecidos en torno a la explotación donde hubo ovinos británicos portadores del virus, como parte de las medidas preventivas decretadas por el Gobierno.

Hace dos semanas, Francia decidió el sacrificio preventivo de 50.000 animales (20.000 ovinos importados del Reino Unido y 30.000 animales franceses, en su mayor parte corderos, que estuvieron en contacto con ellos).

Plan de destrucción

El plan de destrucción de esos 50.000 animales prácticamente se ha cumplido.

El Gobierno tomó otras medidas draconianas cuando, hace diez días, los resultados de los primeros análisis serológicos practicados en ovinos británicos importados confirmaran que tenían anticuerpos de la aftosa.

El pasado día 5, Francia prohibió durante 15 días la exportación de animales "sensibles" a la aftosa (bovinos, ovinos, caprinos y porcinos) y todo movimiento interno, salvo para ir al matadero, de animales de esas especies y de equinos, aunque se decretaron derogaciones especiales bajo estrictas medidas de precaución para el transporte de caballos de carrera.

Glavany aseguraba ayer que la aparición del primer foco de aftosa en Francia justifica las medidas adoptadas, que algunos habían criticado como excesivas.

Los expertos veterinarios han tomado esa decisión en la misma reunión en la que decidieron suspender los envíos de ganado de Francia.

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