Escasez de zapatillas y relojes agotados: cómo actuar ante la crisis de suministros con los regalos de Navidad

Si es de los que afina la carta a los Reyes Magos hasta el punto de incluir links de compra directos a regalos como ‘ese’ vestido en ese color y ‘esa’ talla concretos, quizá este año debería ir escribiéndola ya. Puede sonar algo prematuro, por mucho que las lluvias corroboren el fin de un buen tiempo que se ha alargado más de lo previsto, pero así lo aconsejan los expertos. Esperar a la llegada del Black Friday, fecha importada en nuestro país como el inicio de las compras navideñas desde hace una década, podría ser tarde. Y, desde luego, si es de los rezagados que va a la tienda el día 5 de enero con las cabalgatas ya desfilando en las calles, vaya olvidándose de encontrar lo que busca.

La crisis de suministros derivada de la pandemia no dejará vacías las estanterías de las tiendas de ropa. Tampoco las jugueterías ni los grandes almacenes. Pero sí podría provocar que los productos agotados no puedan reponerse a tiempo o que aquellos que aún están en China, país donde se fabrican el 90% de los artículos que consumimos, no consigan llegar antes de que empiece la campaña navideña. Marcas como Nike o Adidas han reconocido que tienen un problema de producción debido a la variante Delta del coronavirus y que la disponibilidad de sus productos será menor este año (Nike cuenta con 80 millones de pares de zapatillas menos de lo previsto). Y también será complicado conseguir regalos tecnológicos como La PlayStation 5, prácticamente imposible de encontrar desde su lanzamiento allá por noviembre de 2020 por la escasez de chips o el nuevo Apple Watch Series 7. «En España hay más stock que en otros países, pero es muy probable que si se quiere una combinación concreta de tamaño, material y pulsera tarde más tiempo o no esté disponible en absoluto. Así que sí, lo mejor es comprarlo ya», explica a S Moda el periodista especializado William Gallagher, que recientemente ha publicado el artículo Si quieres un Apple Watch antes de Navidad, pídelo ahora.

Eduardo Zamácola, presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex), coincide en el acierto de adelantar aquellas compras de las que se tenga sospecha de que podrían agotarse. Sobre todo si, como con las combinaciones de tamaños y colores del reloj inteligente, se buscan regalos muy concretos. «Si se quiere comprar un vestido azul o unas zapatillas blancas no habrá ningún problema para encontrarlos entre la ingente cantidad de opciones, pero sí podría haber complicaciones a la hora de hacerse con un modelo concreto o una prenda de una colección cápsula».

La crisis de suministros lleva meses amenazando al sector textil y al resto de industrias que fabrican en el sudeste asiático. Primero fueron las fábricas cerradas por la covid-19, luego una demanda que superó a una oferta mermada por los contagios en las factorías y ahora los problemas de transporte derivados de un encarecimiento de los contenedores marítimos, así como de la escasez de acero para fabricar más. Si antes de este verano traer un contenedor desde China podía costar unos 1.000 euros, ahora se están pagando hasta 13.000. A esto hay que sumarle que los plazos de entrega también se han duplicado: de los 20 a los 45 días. Por lo que aquellos productos que no se hayan pedido ya o no estén en camino, podrían no llegar a tiempo para satisfacer los deseos consumistas de estas fechas. «Lo peor es la incertidumbre y el mercadeo de contenedores que se está produciendo», puntualiza Zamácola. «Incluso aunque hayas llegado al acuerdo de pagar 13.000 euros para que envíen tu contenedor, puede que ser que no salga porque otra empresa haya pagado más por traer el suyo».

Ante esta situación, que ya se preveía desde hace meses, las compañías de moda han estado buscando alternativas. Desde la multinacional de moda Mango cuentan a esta revista que están apostando por el uso de otros transportes como el tren o el camión y que incluso han «volado mercancía para cumplir con los tiempos y necesidades de entrega». El traslado aéreo, sin embargo, es una alternativa al transporte marítimo muchísimo más cara que solo pueden afrontar los gigantes del sector como la citada o Inditex, que tiene rutas aéreas propias. Acercar las producciones a países como Marruecos o Turquía también es otra de las soluciones por las que están apostando estas empresas reduciendo así la alta dependencia del sudeste asiático. «Esta situación del transporte mundial ha acelerado el proceso de reorganización de la estructura de aprovisionamiento que Mango está llevando a cabo desde hace meses y que apuesta por incrementar la producción en cercanía», explican desde la marca.

Desde H&M reconocen los retrasos que afectan a toda la industria, pero se muestran optimistas: «Como empresa global estamos acostumbrados a gestionar los factores externos que pueden afectar a nuestra cadena de suministro. Hemos tomado medidas no solo para mitigar la actual alteración, sino también para adaptarnos según sea necesario, y creemos que estamos bien preparados», apuntan añadiendo que no tienen planeado adelantar la campaña navideña. Tampoco en Tendam, grupo al frente de marcas de moda como Cortefiel o Springfield, desde el que también manifiestan tranquilidad: «No estar en el fast fashion, sino en premium mass market nos da la ventaja de ciclos de planificación más largos lo que nos ha permitido garantizar prácticamente la totalidad de la mercancía para estas temporadas».

Compras navideñas en octubre

En Estados Unidos, sin embargo, enseñas como Gap, Nordstrom, Walmart o PacSun sí están apostando por adelantar el inicio de la campaña navideña ofreciendo descuentos que incentiven la compra desde este preciso instante. El pasado 14 de octubre, los grandes almacenes de lujo Nordstrom enviaron un correo electrónico a sus clientes animándoles a comenzar sus compras bajo la advertencia de que «los mejores regalos podrían agotarse en nuestra web y que el envío podría tardar más de lo que todos quisiéramos». Diez días antes ya habían publicado su guía de regalos con más de un mes de antelación respecto a 2019. Según una encuesta realizada por la asociación estadounidense de centros comerciales (ICSC), el 75% de los ciudadanos del país planea adelantar sus compras navideñas este 2021.

Los expertos, sin embargo, señalan que la anticipación también puede ser problemática. Promocionar productos durante tres meses no es lo ideal ni para la imagen de una marca ni para los márgenes, más aún cuándo estos se están viendo muy reducidos por el aumento del coste del transporte, las materias primas o la producción; un encarecimiento que no puede reflejarse en el precio de venta al público y que, por tanto, afecta directamente a sus beneficios. «Incentivar la compra anticipada con descuentos agresivos como los de Black Friday es un error. El consumidor se acostumbra a comprar con rebaja y si no no compra. Este año debemos favorecer las promociones más inteligentes: rebajar el jersey otoñal que resulta demasiado fino en invierno, pero no el abrigo que nos protegerá del frío los próximos meses», opina Zamácola.

¿Qué pasa con los juguetes?

El problema también afecta a la industria juguetera en fechas clave para el sector: el 70% del total de las ventas anuales se concentran en los meses previos a la Navidad. Para evitar el llanto de los más pequeños al no encontrar junto al árbol aquello con lo que han estado soñando durante todo el año, desde la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) también aconsejan adelantar la carta a Papá Noel o los Reyes Magos. «Puede haber rotura de stocks en referencias puntuales que se pongan de moda, retraso en los envíos o juguetes que queden pendientes de salir de los puertos y que no lleguen a tiempo», explica su presidente, José Antonio Pastor.

Por este motivo grandes cadenas jugueteras como Toys «R» Us ya han lanzado su catálogo de juguetes adelantando así el inicio de su campaña navideña. «La navidad ya está aquí», anuncian nada más abrir su web presentando una selección de las referencias más buscadas. Otras como Toy Planet («ya es Navidad») hacen lo propio. «Sí estamos viendo esa intención de anticipación en algunas tiendas. Nosotros siempre aconsejamos hacer las compras con tiempo porque son mejores compras, pero este año más», considera Pastor.

Si bien en productos como muñecas o juegos de mesa, tan solicitados desde el confinamiento, será fácil encontrar alternativas si no se tiene suerte con una referencia concreta, en el terreno del ocio tecnológico, como indicábamos al comienzo de este artículo, la tarea podría complicarse. La entrega de productos tan deseados como el nuevo MacBook Pro o el reloj Apple Watch Series 7 se alargan hasta finales de noviembre en el momento de escribir este artículo. Gallagher recomienda seguir un truco que él mismo ha puesto en práctica para conseguir uno de estos codiciados relojes: pedirlo online, pero pasarse después por la tienda física por si hay stock. «Pedí un reloj por internet como regalo de cumpleaños y me dieron ocho semanas de espera. Sin embargo, dos semanas después vi que tenían la combinación que quería en el Apple Store de mi ciudad. Lo compré en la tienda y cancelé el pedido en línea», confiesa. El experto admite que los productos de la marca de la manzana suelen agotarse siempre tan rápido que cabe pensar que se trata de una estrategia –fabricar por debajo de la estimación de demanda– para que resulten deseados y exitosos. «Este año, sin embargo, es justo lo contrario: los están haciendo lo más rápido posible, pero la crisis global les ha provocado muchos problemas en el proceso de producción». Su consejo a quienes lo deseen para regalar o autorregalarse es claro. «Comprarlo cuanto antes. Si espera a diciembre se arriesga a quedarse sin él».