¿Y si el próximo Mark Zuckerberg fuera una modelo de Victoria’s Secret?

Aunque el paradigma de la modelo empresaria de éxito es de lo más común (ahí están Gisele Bündchen o Miranda Kerr para demostrarlo), el arquetipo que despunta últimamente es el de modelo geek. Hablamos de aquellas como Lindsey Scott, una modelo natural de Nueva Jersey habitual en la pasarela neoyorquina hasta hace tres temporadas y conocida por ser uno de los ángeles de Victoria's Secret (trabajó para la firma en 2009), que entre desfile y desfile se graduó como ingeniera informática y ahora se dedica a desarrollar aplicaciones. Dos de ellas –una está pensada exclusivamente para que las/los modelos puedan subirse las fotos del book a otros dispositivos móviles– pueden descargarse actualmente en la App Store de Apple. 

Tyra Banks fue de las primeras súpermodelos que pasó por la Universidad, Harvard en su caso, con la idea de tirar hacia adelante un negocio con internet como telón de fondo. Banks tiene actualmente montado un canal digital optmizado a base de herramientas como Flixel, una aplicación que hilvana imágenes con un sello cinematográfico de estilo GIF en cuyo desarrollo participó ella misma desde el principio y que le sirve para empastar los contenidos sociales de America's Next Top Model (el programa que presenta y produce, pionero en la integración de este tipo de herramientas en un formato televisivo y que cuenta con Bryan Boy como embajador). Su compañía se dedica además a apoyar a emprendedoras relacionadas con el mundo de la moda. Su última apuesta pasa por la financiación de Hunt, una comunidad online en la que colgar fotos,  identificar prendas y compartir consejos de estilo cuyo objetivo final es comprar.

La inglesa Lily Cole es otra de las que aprovechó su retirada gradual de las pasarelas y sus pinitos ocasionales en el cine para ingresar en la Universidad y licenciarse en Historia del Arte. La inglesa estuvo la primavera pasada en Cambridge para presentar un proyecto relacionado con las plataformas digitales. Una red social con su correspondiente app basada en la cooperación desinteresada y dedicada al intercambio de servicios, que cuenta con el beneplácito de los fundadores de Wikipedia.

Karlie Kloss tiene todos los números para seguir los pasos de Banks (Tyra fue y Karlie es, ángel de Victoria's Secret ¿será la lencería?) o Cole. El año pasado anunció que entre sus planes más inmediatos está matricularse en Harvard. Su apetencia por volver a las aulas tiene bastante que ver con su novio, Josh Kushner, un avispado empresario especialista en internet que le metió mano en su momento a Instagram.

Tyra Banks en su época como ángel de Victoria’s Secret.

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Lo de invertir  en startups tecnológicas es algo que está últimamente muy en boga entre celebridades de distinta índole. Desde estrellas como Ashton Kutcher (nadie mejor que él para encarnar a Steve Jobs en la gran pantalla) o Leonardo di Caprio, a artistas como Justin Timberlake,  Jay-Z, Lady Gaga o Justin Bieber (el último en llegar con la red social Shots of Me); las Olsen, Rachel Bilson y Kate Bosworth, también están metidas en el ajo (estas últimas participan en una red de tiendas online centrada en ropa, accesorios y zapatos). Otra vertiente a explotar es la de la wearable technology, esa unión entre firmas de moda y empresas del sector informático llamada a sacar a la industria de la crisis. Ayer mismo, y aprovechando el arranque de la mayor feria de consumo electrónico del mundo, la CES 2014, celebrada este año en Las Vegas, se cerraba un acuerdo entre Barneys, Opening Ceremony y varios diseñadores del CFDA (Consejo de Diseñadores de América) con Intel, para crear una pulsera inteligente. 

Ojo porque si el pijama y las chanclas de Marc Zuckenberg son respectivamente, y no es ninguna casualidad, el nuevo traje y stilettos de moda, estamos a un tris de que las modelos empiecen a mudarse a Sillicon Valley.